Esta plaza es paso obligado para todos los visitantes de la ciudad de Murcia, pues en ella se pueda admirar la fachada barroca de la Catedral de Murcia.

Además, en la plaza se ubica el Palacio Episcopal y en el lado opuesto a la Catedral, un edificio perteneciente al Ayuntamiento de Murcia, obra del arquitecto Rafael Moneo.