Vista General  [Iglesia de San Andrés de Mazarrón]
Vista General

La arquitectura que hoy día podemos admirar resulta de una remodelación llevada a cabo en 1762, cuando se añadió el crucero. La primitiva iglesia debía poseer una planta rectangular con la techumbre de madera -un alfarje mudéjar de par y nudillo-, planta a la que se irían añadiendo capillas.

Se trata de una construcción de mampostería con sillares de piedra en las esquinas, cubiertas de teja a dos aguas o a una sola vertiente y pocos elementos ornamentales.

Como hemos señalado en el siglo XVIII se le añadiría un crucero, elevando la altura original del edificio tanto en esta zona como en la del presbiterio. Se añadía, al mismo tiempo, una Capilla Mayor elemento fundamental en el edificio. Con este crucero la iglesia pasaba a tener una estética barroca inequívoca.

La portada existente a los pies de la iglesia no es la principal y original, pese a tener labrados los escudos de armas de las familias dominantes en la antigua villa su estructura ha sido muy alterada con el paso del tiempo y ya apenas conserva los elementos primitivos. Al descubrir una portada en el lado sur y analizar sus características se entiende que la portada de los pies debe corresponder  a la fecha de ampliación del edificio.

La portada sur es de líneas muy sencillas, se trata de un arco de medio punto coronado por un alfiz o dintel. El arco se forma con sillares rectangulares dispuestos en forma radial. Dentro de la moldura de media caña de este alfiz quedan labrados dos escudos de armas enmarcados con coronas de flores y frutos. Esta ornamentación y la labor de sillería del arco, según nos indica Gutiérrez Cortines, es propia de las casas nobles del norte de España durante el siglo XVI.

En el interior del edificio se puede apreciar la techumbre de madera, obra de carpintería de lo blanco que sigue la mecánica y disposiciones de las armaduras mudéjares que en tantos puntos de la península se desarrollaron hasta su paulatina desaparición durante el siglo XVII. Se trata de una armadura dispuesta en dos vertientes y con una zona central o almízate decorado con lazos que forman estrellas de ocho puntas de dos colores. De un lado a otro de este armazón se disponen maderos llamados tirantes que también muestran la decoración típica de estas obras.

El interior de este templo debía estar decorado en abundancia con pinturas de las que hoy día, y debido al deterioro de las cubiertas y la filtración de agua, apenas quedan restos.