Del patrimonio mueble del templo de Santa Ana merecen ser destacadas las siguientes piezas:

Imagen de Santa Ana y la Virgen María, obra del siglo XX. Generalmente se representa a San Ana con una larga túnica y un manto que le cubre la cabeza, y acompañada siempre de la Virgen niña, como en este caso. Su festividad es el 26 de julio.

También cuenta la iglesia con una Cruz parroquial del siglo XIX.

La hornacina que preside el arco central del presbiterio ofrece una pintura al fresco de la Asunción de la Virgen y Cristo Rey, inspirada en un dibujo a plumilla del siglo pasado, obra de la artista Ana María Almagro.

Los utensilios utilizados en la liturgia han sido realizados en bronce, en las fábricas de Riopar.