Free cookie consent management tool by TermsFeed Ermita del Sacristán - Historia - Región de Murcia Digital
PATRIMONIO

Ermita del Sacristán

Historia

Virgen del Pilar [Ermita del Sacristán]
Virgen del Pilar

La historia de este pequeño templo de la pedanía de Aguaderas se remonta al año 1743 cuando en documento de Ginés Ruiz Moya se lee que este poseía una finca con casa, olivos etc., y que deseaba edificar en el terreno una ermita para colocar en ella la imagen de Nuestra Señora de Belén.

La licencia para este fin se otorgó, y se estableció la renta necesaria para revestir la ermita con los ornamentos necesarios para oficiar misa. Según testimonio del presbítero a cargo de la ermita en 1767 los feligreses contribuían con 40 fanegas de trigo.

Sabemos que en el año 1818 la ermita era atendida por frailes franciscanos y que más tarde, en 1846, su propietario, el marqués de Dos Fuentes la vendió a Benito Perrier y Brons. Pero la finca tuvo que ser subastada en 1872 y pasó a manos de los condes de San Julián que permitieron a los habitantes de la villa seguir haciendo uso de la ermita.

La patrona de Aguaderas fue la Virgen del Pilar hasta 1928 y su fiesta se celebraba con procesión desde la ermita.

En 1914 la ermita se encontraba en estado ruinoso, los habitantes de Aguaderas remitieron una carta a los condes de San Julián solicitando la rehabilitación del pequeño templo. Pero todo indica que frente a la buena disposición de los condes sus administradores, los señores Pernias, hicieron caso omiso a la petición.

En 1936, como en casi la mayoría de los templos de la región, se quemaron todas las imágenes del templo, desapareció la Virgen de Belén, la pequeña talla de la Virgen del Pilar, la de San Isidro Labrador y la de San Antonio Abad, así como un estandarte de dos caras pintado con una imagen de la Pilarica que, según testimonios, era de muy buena factura.

No fue hasta 1950 cuando la feligresía de la ermita decidió buscar la mediación del conde de Marín para que este apelara a los condes de San Julián para la necesaria restauración del edificio, el propio conde aportó dinero para las obras necesarias que, aunque precarias, permitieron eliminar el porche del pequeño edificio y agregar un salón. Pero esta intervención no solventó los verdaderos problemas estructurales del templo y en 1974 se solicitó al conde de San Julián permiso para reedificar la ermita. En 1975 se derribó el antiguo templo y comenzaron las obras del nuevo.

Con un proyecto avalado por el Colegio de Arquitectos de Valencia en 1977 quedaba concluida la nueva ermita y ese mismo año se festejaban en ella las fiestas de San Isidro.

Horno [Ermita del Sacristán]
Horno