Ermita del Sacristán

Aunque la actual ermita corresponde a una edificación del siglo XX podríamos hacer mención de las características del edificio primero del siglo XVIII.

Se trataba de un templo de una sola nave con cubierta interior plana y cuatro nichos con imágenes de San Antonio Abad, la Virgen de Belén, Nuestra Señora del Pilar y San Isidro Labrador. El púlpito estaba sobre cinco escalones y el pequeño templo poseía sacristía.

Parece ser que la ermita en su exterior poseía un porche y se podía acceder a su interior a través de tres puertas, una al sur, otra a levante y una tercera a poniente, esta última comunicaba a su vez con un terreno que fue cementerio desde 1743 a 1800.

En la actualidad las trazas que podemos observar son las del proyecto de 1977. Se trata de una sola nave construida a lo largo de cinco crujías, una de ellas configura el coro del templo.

El pórtico es metálico y las cubiertas del exterior son a dos aguas y de uralita. Los muros son de hormigón y el interior está cubierto con un cielo raso de escayola.