Iglesia de San Clemente

Durante varios siglos la Iglesia de San Clemente sufrió diversos cambios que no solo afectaron a su estructura y elementos compositivos, sino también a su administración eclesiástica.

Si bien fue fundada en años inmediatos al año 1244 y dedicada a la advocación de San Clemente los restos más antiguos pertenecen a la nueva construcción documentada en 1464.

Esta edificación de la segunda mitad del siglo XV se financió con la aportación de los fieles y cercana a ella se encontraba el antiguo convento de La Merced, lo que explicaría los testimonios que describen una iconografía de la Virgen de las Mercedes pintada en la techumbre del edificio.

Sin embargo a los pocos años de terminar su construcción la feligresía fue agregada a la antigua y desaparecida iglesia de San Jorge, edificio que se situaba donde hoy está la Colegiata de San Patricio. No perdió el templo su titularidad de parroquia puesto que se trataba del más antiguo de la villa.

Pero en 1536 el templo se encontraba en situación de abandono, hasta tal punto que la fiesta de San Clemente fue trasladada, para su celebración, a la ciudad.

En 1548 la parroquia se agregó a la Colegiata, probablemente por el progresivo traslado de los habitantes del barrio de Alcalá hacia la ciudad y su nuevo entorno urbano.

Por decisión del obispo de la diócesis se concedió al templo una asignación para su mantenimiento y ornato, ya que se quería mantener la tradicional procesión de las fiestas, procesión a la que acudían todos los estamentos políticos y eclesiásticos de la ciudad.

Llegó a tener la iglesia dos curas y en 1761 se edificó para ampliarlo y reparar sus desperfectos. Pero tras el concordato firmado en 1851 entre la Santa Sede y el Estado Español se suprimió la asignación de dos sacerdotes al templo de San Clemente, se trasladó la imagen del santo y la campana a la Colegiata y la iglesia fue desde entonces abandonada.