Vista del Faro desde la Cañonera [Fuerte de Navidad]
Vista del Faro desde la Cañonera

El nacimiento de la fortaleza

El origen del fuerte de Navidad hay que remontarlo a finales del siglo XVII, cuando la amenaza de un ataque de la flota francesa a la ciudad portuaria fue algo más que un inquietante temor, tras los bombardeos de Alicante y Barcelona (1691). Cartagena se había convertido, desde 1668, en una importante base naval, al haber ordenado la Corona que las Galeras de España invernasen en su puerto. Por tanto, era necesario impedir que buques enemigos pudieran poner en peligro la seguridad del puerto. Y así, en el contexto de la Guerra de los Nueve Años (1688-1697), se construyó una plataforma donde disponer la artillería y proteger a sus sirvientes con un parapeto.

El fuerte de la Navidad, que cruzaba fuegos con las baterías de Santa Ana y Trincabotijas y batía la entrada a Escombreras, fue parcialmente reformado durante el siglo XVIII. Así, hacia 1740, el ingeniero militar Estéban de Panón reforzaba la batería para que pudiese formar parte de un amplio despliegue defensivo en la bocana del puerto, y defender así las grandes obras que se iban a dar en Cartagena durante aquel siglo: Arsenal, murallas, fuertes, edificios militares...

Situación Actual

Habría que esperar al siglo XIX para la construcción del edificio actual. A mediados de aquel siglo, España se estaba convirtiendo en una potencia naval de primer orden, con la adquisición y construcción de potentes buques de vapor y fragatas blindadas. Cartagena y su Arsenal se convertirían en una importante base de esta escuadra, por lo que fue necesario actualizar el antiguo despliegue defensivo ideado durante el Setecientos. Tras extensos y profundos estudios llevados a cabo por los ingenieros militares (como consecuencia del llamado Plan de Defensa de 1860) sobre la antigua batería de Navidad se construiría un fuerte que mejoraba considerablemente las condiciones defensivas de la fortificación anterior, cuyos resultados podemos contemplar hoy día.

Aunque tuvo cierto valor coactivo, intimidatorio, durante la Guerra del Cantón en 1873 (los sublevados la bautizaron con el nombre del comunero del Quinientos Juan Bravo), los avances tecnológicos finiseculares pronto dejaron obsoleta la función bélica de la fortificación, que hacia comienzos del XX se convertiría en la batería de salvas del puerto de Cartagena.

Mención aparte merecen las ruinas de una torre existentes en la zona superior del fuerte. Se trata de una fortificación de planta hexagonal con un primer cuerpo ataluzado, construida de piedra y tongadas de ladrillo. Sus paralelismos con otras torres similares, como la de La Azohía, diseñadas por el ingeniero militar Juan Bautista Antonelli, puede llevar a pensar que su construcción se produjo hacia finales del siglo XVI.