Free cookie consent management tool by TermsFeed CULTURA ARABE, MORISCOS Y CANTE FLAMENCO - Lo Morisco en el Cante Flamenco - Región de Murcia Digital
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Cultura Árabe, Moriscos y Cante Flamenco

Lo Morisco en el Cante Flamenco

Rastreo de lo Morisco en el Cante Flamenco

En el rastreo de lo morisco en el cante flamenco pasaremos por alto para no hacer interminable esta exposición toda una serie de cuestiones estudiadas en otra parte, toda una serie de cuestiones, digo, que aparecen tanto en el cante-música como en las coplas flamencas:

l) Léxico árabe-morisco.

2) Expresiones propias y típicas de los moriscos.

3) Ciertos elementos relacionados con la fonética.

4) Temas relacionados con la cocina, ingredientes, etc.

5) Plantas medicinales. Y un largo etcétera.

Como ya hemos dicho anteriormente, es el Santo Oficio, la Inquisición, la que se encarga principalmente de la represión, el castigo, contra los moriscos: el combinado Inquisición-moriscos está presente constantemente en el flamenco. Téngase en cuenta que los gitanos fueron perseguidos, pero no por la Inquisición. Al decir de Domínguez Ortiz, "la fortuna acumulada por el clero y los funcionarios provenía, en gran parte, de exacciones cometidas durante decenios en detrimento de los moriscos; el elemento más hostil dentro del clero estuvo representado (junto con algunos prelados y órdenes monásticas) por el bajo clero" (26), es decir, por los curas.

Esta misma opinión es compartida por B. Vincent, quien añade que el cura y el sacristán representaban el símbolo de la opresión. (27)

Repetidas veces la burla hacia los curas y sacristanes aparece en el cante flamenco. Y además resulta curioso que estos temas de burla aparezcan casi siempre por bulerías, tales como las que canta Manolito el de María:

  • Vengo a confesarme, pare, tos los pecaos que tengo.

  • Hija yo no soy el pare, soy el sacristán del templo. Tó cuanto me pongo me lo murmuran, hasta una cinta negra que me dió el cura.

Para el morisco el cura es un ser vil e interesado al que reprochaban inclinaciones lujuriosas:

  • Siento sincuenta curas se condenaron, por unas naguas blancas que divisaron.

Por razones obvias, el morisco rechazaba (se burlaba) de la Iglesia:

  • Dentro de la misma Iglesia tenemos el desengaño: por interés del dinero hacen a un moro cristiano.

Pero el odio más fuerte lo vierte el morisco sobre algunas manifestaciones externas de la Iglesia y muy en especial contra la confesión, a la que consideran una invención diabólica. Otra vez por bulerías:

  • Cuando voy a confesá, digo lo que me parece; nunca digo la verdad.

Tenemos documentación todavía en 1667 y en Almadén que certifica que los moriscos, que allí trabajaban en las minas, eran azotados por burlarse de los sacramentos. Para nosotros ha sido un feliz hallazgo, a propósito de moriscos, curas, burlas y bulerías, la documentación referida a los siglos XVI y XVII, en la que se dice que los moriscos eran amigos de danzas y cantos y entre ellos: Zambras, leylas y ¡bulerías! Los bautismos forzados (irónicamente asimilación) fue una práctica constante hacia los moriscos desde el cardenal Cisneros hasta la expulsión. Nuevamente por bulerías, la mofa y el cachondeo y la gracia:

  • En tierrecitas de Morería yo tenía una niña chiquetita, mora-morita de la Morería. juanola le puso el cura. Juanola pa toa la vía. ¡Válgame Vd. el cielo! Juanola Pa toa la vía.

Otras veces cuando se trata de la extremaunción, el santolio; con la muerte y la tragedia rodeando al enfermo ya no cabe la burla de una bulería, sino la tragedia de una siguiriya:

  • Al llegar el santolio los ojos abrió; de las ducas que al probe le Dieron más pronto murió.

Por lo visto situaciones como ésta fueron moneda corriente, pues en un texto del siglo XVII nos cuenta Bermúdez de Pedraza lo que podríamos considerar el retato de esta siguiriya:

  • A un morisco apretado de la enfermedad fue a confesar el cura y comulgóle también; después le dijo como le faltara otro sacramento por recibir del santo óleo si lo pedía a la iglesia.

El morisco, más afligido con esto que con el mal, dijo:

  • Pues tres tormentos en un día, confesión, comunión y óleo!"