Free cookie consent management tool by TermsFeed Crónica del XXVI Festival de Lo Ferro 2005 - Región de Murcia Digital
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Crónica del XXVI Festival de Lo Ferro 2005

Crónica del XXVI Festival de Lo Ferro 2005

Cartel de Lo Ferro 2005
Cartel de Lo Ferro 2005

    Un año más el barrio de Lo Ferro, en Roldán, Murcia, organiza su Festival Flamenco Internacional, y ya van veintiséis ediciones. La movilización de medios técnicos y humanos amenaza con desbordar cada año la capacidad de la organización, pero siempre salen airosos en su tarea.

    Tras una jornada con la actuación de troveros del Municipio de Murcia, con el cantaor Marcelino García como invitado, el Festival en sí comenzó el domingo con la VII edición dedicada a las escuelas flamencas. Una apuesta de Lo Ferro por el futuro del flamenco. Destacaron especialmente la bailaora murciana Cynthia Cano Candel, que a sus once años posee una técnica depurada y un duende especial y María Carrasco, de Cádiz, que con tan sólo nueve años posee enormes facultades vocales y un conocimiento impropio de su edad. El lunes fue dedicado al Curso de acercamiento al cante, impartido por Juan Ruipérez, autor del libro Los cantes de La Unión y Cartagena. Al cante estuvo Salvador Salas, el Potro, de La Unión. Interpretó tarantillas del Rojo el Alpargatero, levantica, cartagenera grande y taranta de Cartagena, para deleite del numeroso público foráneo que desconocía estos cantes de la tierra. La primera gala fue el martes, donde se homenajeo a Luis de Córdoba. Aquí se le quiere mucho pues ya actuó en Lo Ferro hace años y ganó por dos veces la Lámpara Minera en La Unión. Recuperado felizmente para el cante, interpretó Alegrías, tarantos, tangos, seguiriyas, fandangos y bulerías. Correcto pero algo frío. Aún le cuesta transmitir sus emociones al público. A pesar de los problemas de sonido pudimos disfrutar de su hermosa voz. Esa noche le acompañaron María José Carrasco, Melón de Plata en el 2004, el cantaor cartagenero El Bongui y el veterano cantaor albaicinero El Yunque, todos con problemas de afinación. Al baile estuvo la Academia de las hermanas Barba, de Arcos de la Frontera. Aunque parezca paradójico, quien más aplausos recibió fue la niña María Carrasco, de nueve años, invitada para cerrar la noche. Interpretó con su impresionante voz y con un gran arrojo peteneras, milongas y fandangos, emocionando a más de un espectador.

    La gala del miércoles subió enteros y elevó el nivel del día anterior. Y ello, a pesar de la ausencia de Fernando Terremoto por motivos de salud. Fue sustituido por el malagueño Bonela hijo, quien domina a la perfección los cantes de su tierra y los cantes a compás. Además, presentó la ferreña, cante creado por Fosforito para el Festival de Lo Ferro, y que tiene un premio  en el concurso de 6000 E. A la guitarra, el guitarrista oficial Antonio Fernández, El Torero. Le siguió el cordobés El Pele. Aquí tocamos el mejor momento del Festival. Pleno de facultades, deleitó al público con zambras acaracolás, seguiriyas, alegrías, malagueña y una serie de bulerías, con letras de Valderrama, García Lorca, entre otros. Incluso se atrevió con un taranto por bulerías. Acompañado al toque por Manuel Silveria, y a la percusión por su propio hijo, Manuel Moreno Maya se entregó al máximo, recreó su cante de forma personalísima, transmitió emoción y autenticidad, y se quejo de forma sobrecogedora. Además, estuvo cercano al público y no paró de gastar bromas a Silveria. Está en un momento feliz, que esperemos le dure. Después de El Pele era difícil superarse, pero el veterano cantaor sevillano José Galán Carrasco aceptó gustoso el envite. Quizá no tenga tanto nombre, pero sí la voz, el gusto y el conocimiento necesarios para satisfacer al público murciano. Galán posee una voz alta y clara, perfecta para interpretar tientos-tangos, bamberas, peteneras y fandangos (de Aznalcóllar, Macandé y Cepero), pero le falta el rajo necesario para pellizcar con la soleá. Gustó mucho su arte en Lo Ferro. Para cerrar la velada, Gema Jiménez. La jienense ganó el Melón de Oro el año pasado y es la actual Lámpara Minera. Interpretó taranta, seguiriya, granaína y media, caracoles y fandangos. A pesar de haber mejorado en un año, necesita un maestro que le enseñe a dominar esas enormes facultades. El futuro debe ser suyo.

    La primera semifinal tuvo seis semifinalistas: Manuel Sánchez (Arroyito), Nazareth Cala, Jesús Jiménez, Sebastián Navas, Rubito de Pará y Pedro Cintas que interpretaron tres cantes cada uno. Como artista invitado estuvo la Compañía Murciana de Baile que ofreció el espectáculo Romeo y Julieta. El público tenía interés por ver esta versión flamenca de una obra de W. Shakespeare. Resultó original y hermosa. Mezclan teatro, danza y flamenco con dos guitarras, cajón, un dúo de viento y un cantaor, nada más y nada menos que Curro Piñana, magistral por tonás, tangos, bulerías, etc. Su hermano Carlos ha compuesto la música (casi toda procedente de su disco Palosanto) y los arreglos; él mismo y José Torres a las guitarras. Todo un lujo.

    El viernes nos ocupó la segunda semifinal con otros seis semifinalistas: Juan Soto, Niño de Elche, Domingo Herrerías, Marcelino García, Raúl Alcántara (El Troya) y Juan de Granada. Se le impuso la medalla de honor del festival a la Revista El Olivo por su impagable defensa en la difusión del flamenco. Como invitado estuvo Miguel Poveda acompañado a la guitarra por Chicuelo. Aquí se le quiere mucho, de hecho es la tercera vez en lo que va de año que actúa en la Región de Murcia. Cantó con más sentimiento que en el Teatro Romea, muy flamenco y entregado. Pero no puede permitirse desafinar en la minera y taranto, ni rematar las cantiñas fuera de micrófono. No importa, pues por malagueñas, tientos/tangos, fandangos, martinete y seguiriyas estuvo soberbio. Remató su actuación con las zambras por bulerías. El público le aplaudió como la estrella que es.

    El sábado fue la gran final, a la que pasaron siete cantaores, Juan de Granada, Nazareth Cala, Niño de Elche, Domingo Herrerías, Pedro Cintas, Marcelino García y El Troya. Por la trayectoria en las pruebas previas y por su magnifica actuación en la semifinal, el pacense Pedro Cintas tenía todas las papeletas para llevarse el Melón de Oro, valorado en 12.000 E, pero cantó la misma toná que sus compañeros y le faltó compás en las alegrías. Interpretó de una forma personal y creativa la ferreña de Fosforito, creada conjuntamente con su guitarrista, el sevillano Fernando Rodríguez. Ganó el premio por ferreñas. Y fue el cordobés Domingo Herrerías quien ganó merecidamente el Melón de Oro con sus tres cantes por derecho, malagueñas, mineras y tonás. Es el premio que le falta para lanzar definitivamente su carrera, Se mostró como un cantaor de varios registros, serio, centrado y preocupado por investigar y mejorar su cante. Mientras deliberaba el jurado, el cuadro de Manuela Carrasco y su espectáculo Tronío gustaron al público murciano. Aunque puro y de calidad, hubo poco baile, abusaron de la percusión y del cante. Sorprendió ver en tan buena forma a Manuel Molina, mítico componente de Lole y Manuel, quien tocó y cantó de forma esplendida. Buena despedida para un festival imparable.

©Pedro Fernández Riquelme