Free cookie consent management tool by TermsFeed Alfredo Tejada en Murcia - Región de Murcia Digital
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Alfredo Tejada en Murcia

Alfredo Tejada en Murcia

Alfredo Tejada
Alfredo Tejada

    En el I Ciclo Flamenco Joven, organizado por Carlos Piñana  y celebrado en el teatro Romea, pudimos asistir a la actuación del joven cantaor granadino Alfredo Tejada, acompañado por el guitarrista Manuel Fernández, el percusionista y flautista el Turri y dos palmeros.Tejada se está curtiendo con Mario Maya en su gira de "El dialogo del Amargo", además es un cantaor habitual de la Peña La Platería en pleno Albayzin. Ante unas 70 personas, el grupo se presentó en el Salón de los Espejos, bello marco para el más bello arte. Comenzó por tonás para empalmar con una seguiriya de Manuel Torre, acompañado en todo momento por la percusión. Aunque se ha puesto de moda la percusión en la seguiriya, no termina de gustarme, pierde fuego, aunque Tejada lo hizo muy bien, quejándose donde debía. A continuación, malagueña de Chacón (aunque no con la letra original) con fandangos abandonaos. Sorprendió con una caña con toques originales, muy morentianos, algo lógico si se es joven y además de ¿Graná¿; la remató con una soleá apolá de Pepe de la Matrona.

    Demostró con tres cantes mineros seguidos (taranta, minera y cartagenera de Chacón) que es valiente y que no vino a Murcia de paseo. Regular la taranta, algo mejor la minera y bien la cartagenera. Debe seguir trabajando estos cantes. Las cantiñas se le dieron muy bien; fueron largas y bien ejecutadas por el grupo, con letras clásicas y otras muy actuales. Seguidamente, interpretó una farruca muy original, con tonos nuevos, muy melódica, incluso cercana a la balada. El resultado debe aplaudirse, resultó muy hermosa. Entonces vino el derroche por compás: soleá por bulerías y bulerías para terminar una estupenda actuación. Tejada tiene una voz flamenca muy agradable y sabe lo que se trae entre manos, aunque debe ligar más los tercios parar para rematar los cantes y no pararse tanto a respirar. Su entrega fue admirable.

Por Pedro Fernández Riquelme