Bartolomé Spotorno había nacido a mediados del siglo XVIII en Celle Ligure, un puerto de pequeño cabotaje y pesca de bajura del Mar Ligur, que en aquella época formaba parte de la República de Génova. Actualmente Celle Ligure es una ciudad italiana de la provincia de Savona, en la región de Liguria.
La situación de la República de Génova cambió tras el final de la Revolución Francesa debido a los juegos de alianzas de la primera época napoleónica. Los acontecimientos se tornaron especialmente graves en 1797 cuando Napoleón Bonaparte incorporó Génova a la nueva República de Liguria. El conflicto afectó a dos actividades vitales: el comercio y la navegación, lo que hizo que muchas personas quedaran en paro.
Rumbo a Cartagena
Ante la gravedad de la situación Bartolomé Spotorno decidió partir a un lugar lejano, y junto a dos compañeros, (parece ser que uno de ellos de origen murciano) logró eludir el bloqueo de los ingleses que vigilaban las costas y se embarcó en una incierta aventura que le llevó hasta Cartagena.
Spotorno rehizo su vida en Cartagena, junto a varias familias genovesas y de otros lugares de Europa que se dedicaban fundamentalmente al comercio y a la banca aprovechando el gran dinamismo del puerto. Una vez que decidió instalarse en la ciudad aprovechó la Paz de Amiens de 1802 para regresar a Celle Ligure y traer a Cartagena a su mujer y a su hijo.
Un Spottorno en la alcaldía
Apenas dos generaciones después los Spotorno se habían convertido en una de las familias más distinguidas de la sociedad cartagenera. La primera figura destacada fue Bartolomé Spottorno María (el primer miembro de la familia que añadió una segunda "t" al apellido).
Spottorno María, nieto del emigrante genovés, fue vicecónsul en Cartagena de los Países Bajos, Portugal, Suecia y Noruega, cónsul de Prusia y agente consular de Dinamarca y Grecia. Su posición social (y la de su hijo Ricardo que fue cónsul de Rusia) le permitió acoger en Cartagena a personajes tan destacados como el escritor danés Hans Christian Andersen o el Gran Duque Alejo, uno de los hijos de Alejandro II, zar de Rusia.
En 1869 fue nombrado alcalde de Cartagena. Un año más tarde el arquitecto Carlos Mancha comenzó la construcción de la casa-palacio de los Spottorno en la Calle del Cañón.
El padre de Álvaro Spottorno
Bartolomé Spottorno María tuvo cinco hijos. El cuarto de ellos, Juan Spottorno Bienert, tiene un currículo profesional muy extenso. A los 22 años obtuvo el título de Derecho Civil y Canónico en la Universidad Central de Madrid. Antes de cumplir los 30 años ya había sido diputado provincial y juez municipal. En 1877 decidió dar un giro a su vida e ingresó en el Cuerpo Jurídico de la Armada. Después de una carrera de ascensos alcanzó su cénit en 1913 cuando fue nombrado Ministro Togado del citado Cuerpo Jurídico.
Juan Spottorno Bienert tuvo cuatro hijos Álvaro (el primer murciano en jugar un partido oficial de fútbol) Bartolomé (fallecido poco después de nacer), Rosa y Juan.
