Vista aérea del Santuario de las Aguas de Fortuna [Santuario de las Aguas]
Vista aérea del Santuario de las Aguas de Fortuna
Fachada del actual Balneario de Fortuna
Fachada del actual Balneario de Fortuna


  El Abandono de los Baños Viejos

  El actual Balneario de Fortuna se emplaza a escasos 400 metros del  antiguo complejo religioso de época romana. Durante la primera mitad del siglo XIX los síntomas que evidenciaban el definitivo agotamiento del emplazamiento romano eran evidentes; las continuas denuncias municipales relativas al deterioro de los edificios de época moderna, el estado de ruina del Santuario romano, así como el debilitamiento del caudal de agua termal. Su agotamiento definitivo marcó el fin del Balneario en su ubicación primigenia.

  Se desconoce la razón por la que pudo dejar de surgir el agua; quizás las continuas exploraciones realizadas, buscando nuevos nacimientos, pudieron contribuir. El hecho provocó el abandono definitivo de los Baños Viejos, quedando éstos completamente sepultados por escombros y ocultos a la vista.

  Agustín Lacort, médico del Balneario a finales del siglo XIX, describió de este modo el agotamiento del agua termal: "Varias veces se interrumpieron los trabajos y otras tantas volvieron a emprenderse, siempre en dirección a la sierra de Santa María de los Baños hasta que, en 1837, habiendo logrado romper por un punto, 13 metros más abajo del sitio de los baños primitivos, el cascarón hueco que forma la Sierra de los Baños, obtuvieron un magnífico salto de agua termal, que estuvo saliendo por espacio de cuarenta y ocho días seguidos, llegando a inundar toda la cuenca como si hubiera un río caudaloso. Al cabo de este tiempo, por haberse concluido los grandes depósitos en las cavernas de la sierra quedó el caudal reducido a lo que antes era, pero inferior en cuanto al nivel, por lo que los primitivos años quedaron en seco. Circunstancia que dio por resultado la muerte del Balneario por entonces".

La construcción del Balneario de Fortuna Leana

  En 1860, Juan Cascales Font adquiere los terrenos del Balneario, iniciando la construcción del Hotel Balneario en torno a un nuevo manantial de agua termal descubierto a tan sólo 200 metros del anterior. A partir de esta fecha nuevas construcciones se añaden al conjunto, configurándose el actual Balneario de Fortuna-Leana, uno de los más antiguos de España. A finales de ese siglo se añaden nuevos edificios, se levanta una estación termal y se perfecciona el trazado de calles ideado por su fundador. Durante el siglo XX nuevos edificios vienen a completar uno de los Balnearios más importantes de la Península Ibérica en uso, prácticamente ininterrumpido desde época romana hasta la actualidad.