Begastri

  No existe noticia ni testimonio material de personajes influyentes en el período ibérico, aunque las excavaciones realizadas en el yacimiento de Begastri terminarán por documentar la necrópolis y, con ella, algún monumento funerario significativo. Dada la jerarquización social detectada en otros poblados íberos es muy posible que existieran nobles familias, que ejercieran su influencia sobre el resto de la tribu begastrense. En el período romano, sin duda debieron establecerse nobles familias patricias que conviven con la población indígena y que de alguna manera contribuyen a su romanización. A medida que se conozcan datos sobre la fase romana del poblado o que se documenten las villae (fincas rústicas) que rodean la ciudad, será posible identificar algunas de esas familias de procedencia itálica.

  Pero ha sido el período visigodo el que nos ha proporcionado una mayor información sobre personajes relevantes, no sólo en el contexto regional, sino también en el estatal. Durante el tiempo que rigió la monarquía visigoda, la convocatoria de los concilios era una prerrogativa prácticamente exclusiva del Rey. Los obispos asistentes tomaban contacto con la Corte y tenían la posibilidad de trasladar los avances culturales y económicos de Toledo a las sedes de sus diócesis.

  En buena lógica el personaje más influyente (y no sólo desde el punto de vista religioso) de una ciudad episcopal en época visigoda era el obispo, cuyas atribuciones le permiten ejercer como auténtico dueño y señor de la ciudad. Los obispos son prácticamente los únicos personajes de Begastri que aparecen en la documentación literaria. Al tratarse de nombramientos realizados directamente por el monarca visigodo, su cargo en general quedó vinculado a la permanencia de éste en el gobierno, produciéndose la renovación de la cabeza visible de la diócesis cuando se consuma un cambio de monarca. Su asistencia a los concilios toledanos y su firma en las actas nos permiten tener conocimiento de su existencia y, en algún caso, conocer un prolongado periodo de permanencia en su cargo.