La cerámica es un elemento abundante y común en los yacimientos argáricos, siendo algunos de sus tipos y pastas tan característicos, que con solo la presencia de pequeños fragmentos en superficie se puede afirmar que en ese lugar hubo un momento de ocupación argárica, sin necesidad de hacer prospección alguna.

  Características de las piezas cerámicas

  La cerámica argárica suele aparecer sin decoración, lisa, bruñida o espatulada. Estas técnicas se realizaban en la pieza terminada y servían para la eliminación de los elementos sobresalientes y como impermeabilización. Se utilizaba tanto para uso doméstico como formando parte de los ajuares funerarios, unas veces para contener alimentos o tal vez líquidos y otras simplemente como objeto de ajuar o siendo la misma sepultura (Pithoi o urna).

  Durante la cultura de El Argar aparecieron nuevas formas y estilos, que dan una personalidad propia a estas cerámicas y a sus fabricantes. Una de las características es el bruñido de las piezas, que se obtiene bien por frotamiento con un cuero, espátulas de madera o hueso, o bien con las manos. Los habitantes de La Bastida escogían las mejores piezas cerámicas para el ajuar funerario. La uniformidad técnica y la calidad del acabado de las formas cerámicas halladas en el asentamiento totanero permiten hablar de un especialista alfarero.