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Después de la conquista, los Reyes Católicos concedieron a Vera un fuero o conjunto de normas por las que debía regirse la vida y el gobierno de la ciudad. El documento primitivo se perdió en el gran terremoto de 1518, que devastó la ciudad. En 1565 los veratenses obtuvieron de la corte real esta bella copia en pergamino de su fuero.

Archivo Municipal de Vera. Caja 3707, libro 2134

Lo que me dispongo a contar esta vez, es una de las hazañas más heroicas que esta guerra ha tenido desde sus comienzos, hace ya más de seis años. La conquista por parte de nuestro gran Rey Fernando, de Vera y de las muchas villas y aldeas situadas en su término.

La toma de esta ciudad se ha producido prácticamente sin lucha alguna ni derramamiento de una gota de sangre, lo cual indica que Nuestro Señor Jesucristo nos está ayudando en la lucha contra el moro.

Desde Lorca, dispuso el Rey marchar hacia Vera, llevando la vanguardia del ejército el Marqués de Cádiz y el Adelantado de Murcia don Juan Chacón. Cuando los moros de Vera vieron aparecer nuestras huestes, salieron al encuentro de los dos capitanes y les dijeron que estaban al servicio del Rey Fernando y que viniendo él en persona, le entregarían la ciudad con sus fortalezas. Conociendo esto, don Fernando se dirigió a Vera rápidamente, donde el alcaide y los señores principales de la ciudad salieron a rendirle homenaje, entregándole las llaves de la ciudad.

En un acto de magnánima benevolencia por su decisión de no tomar las armas, su Alteza ha dado la opción a los habitantes de Vera de irse a África o quedarse en las aldeas vecinas o en otro lugar donde quisieren.

El trato cordial y respetuoso ofrecido a los moros por su Alteza, se ha corrido a la velocidad del viento y ha hecho que numerosos alfaquíes y procuradores de villas de la comarca vengan ofreciéndose como vasallos mudéjares.

Si todo sigue saliendo igual de bien, en poco tiempo los últimos territorios que el rey moro sigue gobernando pasarán a manos cristianas, y la Corona de Castilla aumentará sus habitantes al igual que la Cristiandad. Y así creo que será, porque contamos con la ayuda de Dios y también de excelentes capitanes, dignos de contar sus hazañas, como son el Marqués de Cádiz y en especial el Adelantado de Murcia don Juan Chacón.