Renovación urbana y obras monumentales

    Con el título de Urbs se le concede una distinción que solo ostentaron Carthago Nova y Tarraco, las dos únicas colonias hispanas que lo poseen, ciudades que además debieron pugnar por la hegemonía en la Hispania Citerior.

    La asignación del mencionado estatuto colonial y la posterior instauración del Imperio, insuflan el inicio de una etapa marcada por la renovación urbana y el florecimiento de edificios públicos para ensalzar la grandeza del emperador. En este momento todo el Imperio disfruta del período conocido por las fuentes históricas como 'Pax Romana' en el que se alcanzaría el máximo apogeo.

    A partir del último tercio del siglo I a. C se regularizó el trazado urbano, a pesar de las restricciones impuestas por la difícil topografía, trazando una serie de calles perpendiculares que determinaban espacios cuadrangulares donde se ubicaban los edificios públicos y privados. En la mitad oriental de la ciudad proliferaron las casas de familias acomodadas, siendo bien conocida la Casa de la Fortuna, de la que se conservan restos de mosaicos de gran belleza.

    De época imperial es la monumentalización del foro, así como la edificación del teatro, el anfiteatro y obras de construcción o restauración de la muralla. De todos ellos, el edificio teatral es el marco idóneo para la propagación de las ideas religiosas y dinásticas del emperador Augusto.

    Vida política y social en la Carthago Nova Imperial

    El Foro es el centro administrativo, comercial y religioso de Carthago Nova, ocupa el centro de la urbe, coincidiendo con la actual ubicación de la Plaza de San Francisco, y de sus paredes cuelgan los decretos, manifiestos y leyes que rigen el funcionamiento de la ciudad. En un extremo de la plaza forense se ubicaba la Curia, donde se reunía el Senado Local.

    En la sociedad cartagenera cobra fuerza el patronazgo que sobre la ciudad ejercen la familia imperial y personajes destacados de la vida pública, que realizan contribuciones económicas para las obras de embellecimiento urbano al objeto de obtener prestigio. Conocemos los nombres de algunos de estos personajes: M.Vipsanio Agripa (yerno de Augusto) Gaio (hijo del Augusto), Iuba II (rey de Mauritania), Pablo Silio Nerva, etc. En reconocimiento a sus aportaciones, se les concedía el título de patrono por parte del Senado Local y, en ocasiones, eran nombrados magistrados.

    Una próspera economía

    La minería continúa siendo una de las actividades económicas más prósperas de Carthago Nova, se basaba sobre todo en la explotación de la galena argentífera para obtener la plata.

    En los primeros tiempos de la conquista, la propiedad de las minas recaía en magistrados estatales, pero pronto sería cedida a societates publicarorum, con el fin de aumentar los ingresos. Posteriormente el estado recuperaría el control directo de las minas, arrendándolas a particulares, desapareciendo la mayoría de estas sociedades en época de Augusto. Desde el Puerto de Carthago Nova se comercializaría el preciado metal a gran escala.

    Muy notables también en la economía de Carthago Nova eran las factorías de salazones y de la salsa de pescado llamada garum sociorum, que obtenían del pez escombro o caballa y la exportaban a todo el Mediterráneo.

    La explotación del esparto tuvo igualmente una presencia destacable en la economía cartagenera en época republicana y alto imperial. Plinio hace referencia al área de Carthago Nova donde se criaba esta planta, de cien millas a lo largo de la costa y treinta tierra adentro y cita: 'El consumo del mundo entero es abastecido por un terreno cerca de Cartago Nova...'. Se usaba tradicionalmente como combustible, para la confección de velámenes y redes,  antorchas para alumbrado, etc.

    Los almacenes y talleres para elaboración o envases de vino, así como los talleres cerámicos debieron tener igualmente una gran actividad.