Apertura internacional

  España consiguió romper su aislamiento internacional mediante la firma del Concordato con la Santa Sede (1953), los Pactos de Madrid con Estados Unidos (1953) y la entrada en la Organización de Naciones Unidas (1955).

  Refinería de Escombreras

  REPESA fundó la Refinería de Escombreras en 1950 y la Central Térmica en 1957. Esta última fue inaugurada por el dictador, Francisco Franco.

  Mancomunidad Taibilla

   La Mancomunidad de Canales del Taibilla inició el suministro de agua potable a Murcia, Lorca, Campo de Cartagena y Mar Menor.

        Puerto Lumbreras

  El municipio de Puerto Lumbreras constituyó su Ayuntamiento el 7 de julio de 1958, tras lograr su independencia de Lorca.

  Los representantes de la provincia de Murcia en las Cortes franquistas durante los años 50' fueron: Manuel Batlle Vázquez, rector de la Universidad de Murcia; Ángel Fernández Picón, alcalde de Murcia; Mariano Fontes Arnáiz, consejero nacional; Antonio Gómez Jiménez, alcalde de Murcia; Miguel Hernández Gómez, alcalde de Cartagena; Armando Muñoz Calero, consejero nacional; Francisco Norte Ramón, asamblea de Procuradores Sindicales; Antonio Reverte Moreno, presidente de la Diputación de Murcia; Ramón Serrano Suñer, consejero nacional; Antonio de Urbina Melgarejo, consejero nacional; Domingo de la Villa Fernández, alcalde de Murcia; Agustín Virgili Quintanilla, presidente de la Diputación de Murcia.

  Los gobernadores civiles de Murcia y jefes provinciales del Movimiento Nacional en los 50' fueron: Cristóbal Graciá Martínez (1943-53), secretario provincial de Falange en la provincia de Albacete; y José María Alfín Delgado (1953-60), doctor en Derecho.  

  La década de los años 50' significó la superación del aislamiento internacional y de la autarquía económica. Esta nueva realidad para el régimen franquista fue posible debido al estallido de la Guerra Fría entre el bloque capitalista, liderado por Estados Unidos, y el comunista, liderado por la Unión Soviética, tras la Segunda Guerra Mundial (1939-45). Ambos bloques luchaban por la hegemonía mundial. La única ley fundamental del Estado aprobada en esta década fue la de los Principios del Movimiento Nacional (1958). Los principios esenciales del régimen franquista eran los siguientes: la unidad nacional, el catolicismo, la paz, el ejército, la familia y la monarquía.

  El anticomunismo del régimen de Franco permitió su reconocimiento internacional por parte del bloque capitalista del mundo occidental. Estados Unidos impulsó la firma de los Pactos de Madrid con España, el 26 de septiembre de 1953, entre el embajador norteamericano, James Clement Dunn, y el ministro de Exteriores español, Alberto Martín Artajo.

  El acuerdo bilateral significó la llegada de la ayuda militar (modernización del armamento) y económica de EEUU (más de 200 millones de dólares), a cambio de la utilización conjunta de algunas bases militares en España "para el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacional", según el 'Diario La Verdad'. El convenio tenía una duración de diez años, prorrogables otros diez. La alianza entre España y Estados Unidos contra el comunismo soviético quedó refrendada mediante la entrevista entre los presidentes Francisco Franco y Dwight Eisenhower en Madrid en 1959.

  A pesar de la enemistad entre España y la Unión Soviética, la Cruz Roja consiguió la liberación de los prisioneros de la División Azul, en 1954, retenidos en la URSS desde el final de la II Guerra Mundial. El buque liberiano Semíramis partió con 286 españoles a bordo el 28 de marzo desde Odessa (Ucrania) y atracó en el puerto de Barcelona el 2 de abril de 1954.

  Entre los expedicionarios regresaron a casa diez murcianos: Andrés Álvarez Arenas (Murcia), Andrés Ayala Arenas (Murcia), Juan Conesa Castillo (Cartagena), Juan Martínez García (Murcia), Francisco Mercader Saavedra (Alcantarilla), Alberto Moreno Quijada (Cartagena), Miguel Moreno Moreno (Campos del Río), Juan Negro Castro (Alhama), José Olmo Hernández (Murcia), y José Antonio Ramos Pérez (Murcia), publicaba el diario 'La Vanguardia'.

  La reconciliación de España con las democracias occidentales (sobre todo Estados Unidos) durante la Guerra Fría resultó determinante para su ingreso en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), junto a otros quince países, el 15 de diciembre de 1955. El primer embajador de España en la ONU fue el diplomático José Félix de Lequerica. El proceso de descolonización en el Tercer Mundo, impulsado por Naciones Unidas, afectó a las colonias españolas. En 1956, España concedía la independencia a su Protectorado en el Norte de África. De esta forma nacía el Estado de Marruecos.

  El reconocimiento internacional del régimen franquista frustró las esperanzas de los republicanos españoles en el exilio. Éstos esperaban el derrumbamiento del franquismo por la acción militar de los aliados tras la Segunda Guerra Mundial. La expansión militar del comunismo soviético en el mundo y el inicio de la Guerra Fría contribuyeron a la consolidación de Franco en el poder en España.

  Además, la dictadura franquista renovó su tradicional alianza con la Iglesia Católica mediante la firma del Concordato con la Santa Sede el 27 de agosto de 1953, en el Estado Vaticano. El Concordato recogía el principio de unidad religiosa, la creación de una diócesis en cada provincia, el reconocimiento del régimen franquista y la concesión del derecho de nombramiento de los obispos españoles al jefe del Estado, entre una lista de candidatos consensuada entre el Gobierno (supervisadas por Franco) y el Vaticano. El obispo Ramón Sanahuja continuó al frente de la Diócesis de Cartagena, tras la firma del Concordato, hasta 1965.

  La ayuda económica de Estados Unidos y la ruptura del aislamiento internacional favorecieron la desaparición de la autarquía y la apertura de la economía española al comercio exterior durante los años 50'. El régimen franquista suprimió las cartillas de racionamiento ante la mejora del aprovisionamiento de los productos básicos y el aumento del nivel de vida del pueblo español. La liberalización progresiva de los precios causó el declive del mercado negro (estraperlo).

  Un ejemplo de la recuperación económica de España fue la creación de la Refinería de Petróleos de Escombreras (REPESA) el 26 de junio de 1950 y de su Central Térmica en 1957. El Instituto Nacional de Industria (INI) y las empresas Calvo Sotelo, Altex Oil Products Company y Compañía Española de Petróleos colaboraron en la construcción y ampliación de la Refinería. El presidente del Consejo de Administración de REPESA era José María de Lapuerta y de las Pozas, ex-consejero de Estado y procurador en Cortes. "Es absolutamente necesario el fomentar la creación o ampliación de ciertas industrias… que vengan a poner en explotación riquezas potenciales, logrando con ello el equilibrio económico de la nación…y un nivel de vida aceptable para la población"; declaró al diario 'Línea'. El Gobierno escogió el Valle de Escombreras (Cartagena) como sede de la Refinería "por su inmejorable emplazamiento".

  La importancia del complejo industrial para la economía española quedó de manifiesto con la inauguración de la Refinería de Escombreras por cuatro ministros (Industria y Comercio, Marina, Aire, y Hacienda) y de la Central Térmica por parte del jefe del Estado, Francisco Franco, quien visitó sus diferentes salas. Las instalaciones de Escombreras se completaban con un puerto petrolífero. El abrigo de la dársena estaba hecho de hormigón armado y de una longitud de 320 metros, ampliable hasta los 600. Los oleoductos se colocaban en el pantalán (muelle para barcos de pequeño tonelaje). El puerto de Escombreras estaba diseñado para el atraque simultáneo de seis buques petroleros de más de 10.000 toneladas y fue construido por la Empresa Nacional Bazán de Construcciones Navales Militares.

  El petróleo refinado permitía la fabricación de aceites, gasoil, queroseno y fuel-oil para toda España y daba trabajo a miles de obreros. Escombreras fabricaba 80.000 barriles de petróleo a diario en 1957. La Central Térmica producía energía (2.000 millones de kilowatios hora anuales) para el resto de España, el 15% del total nacional, y se abastecía del agua salada del mar y del agua dulce de la Mancomunidad de Canales del Taibilla. Los trabajadores de la planta vivían en el Poblado de Escombreras, fundado a consecuencia de la construcción de la refinería. El Poblado contaba con 225 viviendas, escuelas, iglesia, parque, campo de deportes, biblioteca, cine, casino y piscina.

  Otros acontecimientos importantes en la provincia de Murcia fueron la llegada del agua potable de la Mancomunidad de Canales del Taibilla a Abanilla, Alhama de Murcia, Lorca, Campo de Cartagena y Mar Menor; el nacimiento del municipio de Puerto Lumbreras (1958), tras su independencia de Lorca; la restauración de la imagen del Cristo de Monteagudo (1951), obra del escultor Nicolás Martínez; la inauguración de la iglesia parroquial de La Asunción en Alcantarilla (1958); la explotación de la Sierra Minera en régimen de monopolio por parte de la multinacional Peñarroya; la consolidación de la industria conservera de Molina de Segura; el auge de la industria espartera en Cieza y la del mueble en Yecla; y el desarrollo de la industria vitivinícola en el Altiplano.

  Antonio Gómez-Guillamón Buendía