En el Archivo Histórico Nacional, hallamos un legajo con interesantes documentos sobre la peste de Cartagena. En el folio 118 comienza lo relativo a Cartagena, con la siguiente carta dirigida al Sr. Farias: "Desgracia grande ha sido nuestra no haber sabido hasta ahora que V. S. asistía a la provisión y socorro de los lugares tocados del contagio para haberle dado cuenta como lo hemos hecho a S. M. con correo v diligencia del miserable estado en que se halla esta ciudad, padeciéndolos sus vecinos de 30 días a esta parte en los cuales ha ido creciendo con tanto aumento que, aunque se han hecho hospitales para la provisión y curación de los enfermos, por haber parecido convenientemente para atajar, el daño todavía no ha cesado y se continúa, de manera que si V. S. no nos hace la merced que esperamos de su afecto y celo, podemos temer justamente la total ruina y destrucción de esta ciudad, porque hoy nos hallamos sitiados, sin ningún género de bastimentos ni medicinas, por faltarnos la comunicación de mar y tierra y haberse consumido y gastado todos los que habían en esta ciudad y las que tenían las boticas y todas las rentas reales y los demás efectos de que ha podido valerse esta Ciudad en el sustento de dichos hospitales y en el socorro de los vecinos pobres y miserables a quienes ha tocado la mayor parte de esta desdicha, por la hambre que han padecido, por no haber tenido más alimentos en dos años que garrofas, palmitos y otras legumbres y hierbas silvestres, de lo que se ha originado este Contagio.

    Así suplicamos a V. S. que por el servicio de Dios Nuestro Señor y del grande que se hará a S. M. en la conservación de ellos y de esta plaza, tan importante como V. S. tiene reconocido, se sirva proveernos, con la mayor brevedad de lo que fuera posible, de la mayor cantidad de harina que se pudiere para que no perezcamos todos; gallinas, huevos para los enfermos y las medicinas que contiene en la memoria inclusa para su curación; advirtiendo a V. S. que, lo que se nos hubiere de enviar y socorrer es imposible poder pagarlo de momento porque como hemos dicho a V. S. nos hemos valido ya de todas las rentas reales para los gastos hechos hasta ahora y no hay vecinos que tengan caudal ni dinero con que poder adelantar la paga y siempre esta ciudad se ha sustentado de acarreto, asistiendo a los dueños de los bastimentos y la venta de ellos.

    V. S. dispondrá en todos los medios y formas más eficaces y convenientes para que tengamos el socorro que esperamos por su mano y siempre quedaremos con el reconocimiento y estimación debidos, deseando muchas ocasiones del servicio de V. S. en que mostrarlo. Dios guarde a V. S. largos años para la salud, felicidades y acrecentamientos que merece". Cartagena, Mayo 21 del 1648. D. Jerónimo de Victoria. D. Juan del Pozo. D. Pedro Cibura. Por acuerdo de Cartagena: Francisco Angosto. Señor D. Mareclino Faria de Guzmán.