Juan Palarea y Blanes

Juan Palarea y Blanes (1780-1842)

Dentro de la actividad de los grupos guerrilleros de la Guerra de la Independencia española, contra las tropas napoleónicas, destacaron varios personajes como el Cura Merino, El Empecinado o El Charro, y dentro de este grupo hubo un murciano, conocido como El Médico. El Médico era el comandante Juan Palarea y Blanes, nacido en Murcia en 1780, bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro, hijo de comerciantes con ascendencia napolitana.

Dedicado en un principio a su formación como futuro religioso, primero con los franciscanos del convento de La Purísima y después en el Seminario Teológico de San Fulgencio, a poco tiempo de su ordenación decide que el sacerdocio no es su verdadera vocación. Ayudado por el superior de la orden franciscana, convence a su padre para marchar a Zaragoza y comenzar los estudios de medicina.

Tras graduarse, en 1807, decide marchar a Madrid, donde encuentra su espacio profesional en la corte del futuro Fernando VII. Del príncipe obtiene el favor de una plaza en la localidad toledana de Villanueva de la Sagra. En la villa lograría pronto la confianza de los vecinos, incluso de poblaciones de los alrededores.

1808

Con los sucesos del 2 de mayo de 1808 Fernando VII es desterrado y la Francia napoleónica invade España. Palarea decide comandar una pequeña fuerza de insurgentes, que comienza con apenas una docena de hombres y a los tres meses ya es una partida que comanda con el grado de alférez por los campos de Castilla.

En 1811 la partida ha crecido en número de jinetes y tras varias acciones muy efectivas Palarea es nombrado coronel de un Escuadrón Franco Numantino de 660 jinetes. Pronto se incorporarían dos de sus hermanos a este ejército leal al rey Fernando VII.

En la batalla de Arapiles, en 1812, Palarea entorpeció las comunicaciones del francés Marmont, y tras este éxito el general Wellington le obsequiaría con el sable que el monarca inglés le había regalado por su trayectoria en esta guerra.

En septiembre de 1812 era nombrado gobernador de Toledo y proclamaba la Constitución el día 25. Terminada la contienda en 1815, Palarea se casa con la joven María Soto Díaz y antes de 1820 tiene diversos destinos hasta que recala en Madrid.

Década ominosa

Tras la restauración absolutista de Fernando VII, y su traición al orden constitucional establecido por los liberales, Palarea se enfrenta en Madrid a las tropas realistas. El nuevo ejército hispano-francés acabará haciendo prisionero a Palarea y otros oficiales españoles. Hasta 1833, tras la muerte del monarca, El Médico no volvería a España, rehabilitado como capitán general de Valencia y miembro del Congreso de los Diputados.

Pero durante la Primera Guerra Carlista Palarea lucha junto al partido cristino, apoyando la regencia de la reina María Cristina. Ascendió a mariscal de campo, Capitán General de los Reinos de Jaén, Granada y su Costa, pero tras el levantamiento moderado de O`donell en 1841 fue detenido y fallecería un 7 de marzo de 1842, aún bajo arresto.