Periódico El Pueblo de Abarán
Periódico El Pueblo de Abarán

    Tras la desaparición de El Defensor de Abarán se abre un periodo de casi una década en el que no hay noticias sobre la existencia de periódicos en la población. Se cree que pudo imprimirse alguna publicación que no se ha conservado, pues existía una cierta tensión política que creaba el clima ideal para la edición de periódicos locales.

    En 1922 se publicó el semanario Nuevo Abarán. Sólo se conserva un ejemplar que se encuentra en manos privadas. Se deduce que dedicó la mayor parte de sus páginas a las noticias locales. Este periódico guarda unas ciertas similitudes con El Defensor de Abarán, tanto por su temática, así como por sus características tipográficas, e incluso porque en su subtítulo se consideraba “defensor del pueblo”.

    A raíz de la desaparición de Nuevo Abarán se abre un nuevo paréntesis de siete años en el que no se conoce ningún tipo de actividad periodística, hasta que en 1929 salió a la luz La Voz del Pueblo, que se creó con la intención de convertirse en una tribuna que podía ser utilizada por cualquier persona de la localidad, pues indicaba que se podían propagar en sus columnas “sus ideas sean cual fueren si son nobles”. Por tanto, haciendo honor a su nombre, se quiso erigir en la “voz del pueblo”, proclamando abiertamente su independencia. En su primer número incluye un artículo, a modo de presentación, en el que Ramón María de Capdevila, un conocido impresor ciezano, mostraba su malestar por la censura que impedía la libertad de prensa.

El Vigía y El Pueblo

    El Vigía fue el periódico más longevo de la prensa abaranera anterior a la Guerra Civil, pues se imprimió durante seis años (entre 1930 y 1936) y editó, al menos, 170 números. Fue el órgano del Partido Socialista de la localidad. Muy probablemente publicó su primer número el 24 de noviembre de 1930. Apareció ininterrumpidamente entre 1930 y 1934, pese a la gran inestabilidad política y social que existía en Abarán en esta época, y reapareció brevemente en 1936. La causa de su larga supervivencia estriba en la gran importancia que adquirió el socialismo en la Vega Alta. El Vigía utilizó la misma portada durante sus seis años de existencia. El dibujo de obrero de torso desnudo, que sostiene un pico con su mano izquierda, mientras vigila el cielo de Abarán. Se centró en la actualidad política local, aunque también hizo referencia a noticias relacionadas con la política nacional e internacional. Es muy probable que dejara de publicarse tras el inicio de la Guerra Civil.

    El Pueblo apareció en 1931. Se denominaba semanario independiente. Se trata de un periódico singular porque las personas que escribían la mayoría de sus contenidos eran ajenas a la redacción. Gran parte de sus textos son artículos de opinión sobre política. Una de las causas de su nacimiento radicó en el deseo de su propietario, un impresor de Abarán llamado José María Gómez Castaño, de hacer autopromoción sobre su negocio de impresión. El Pueblo mostró una clara neutralidad política durante sus tres primeras semanas de vida, pero por circunstancias que se desconocen, en el cuarto número cambió su discurso y realizó duras críticas al alcalde de la localidad. No se conservan ejemplares posteriores a éste, por lo que muy probablemente este exceso de agresividad verbal le costara la desaparición.