J. Martin
El refinamiento de la vida en las cortes medievales era propicio para realizar actividades al aire libre con las que se ejercitaban los músculos. En el Libro de los Juegos de Alfonso X se mencionan los juegos que se pueden realizar a lomos de un caballo (lancear, tomar con escudo y lanza, tirar con arco y ballesta) y los realizados a pie (esgrima, luchar, correr, saltar, echar piedra o dardo, golpear la pelota) todos ellos para ejercitar los músculos.
Ajedrez
Hombres y mujeres, ancianos y niños, dedicaban su tiempo de ocio a los juegos de mesa, siendo el ajedrez el más practicado. Es un juego de estrategia que en realidad reproduce una batalla y precisa de cálculos e ingenio. Este juego, originario de Persia, fue aportado a Occidente por los árabes, que elaboraron extensos tratados. En ellos se basa el Libro del ajedrez recopilado por Alfonso X, el primer texto ajedrecístico del occidente europeo
Otros juegos muy en boga fueron el alquerque y el nard, versión primitiva del backgammon. Este último era conocido en Europa como tabulae (tablas romanas). En este juego, heredero probablemente de una versión romana, se utilizaban tres dados. Su origen concreto es una incógnita.
Juegos de azar
Los juegos de dados eran el principal entretenimiento del pueblo llano durante la Edad Media. Es frecuente en las excavaciones arqueológicas el hallazgo de pequeños dados de hueso, como los encontrados en el casco urbano de Lorca, datados entre los siglos XIII y XIV. No se diferenciaban mucho de los que usamos ahora, son de forma cúbica y tienen sus seis lados señalados con las perforaciones de los números. Los círculos los realizaban los artesanos haciendo girar un objeto punzante sobre la cara lisa.
