Castillejo de Monteagudo
Castillejo de Monteagudo
Zocalo decorativo
Zocalo decorativo

Los reyes y la nobleza residían en lujosos palacios de recreo que podían llegar a formar amplios recintos o ciudadelas apartadas de la ciudad. El aspecto exterior siempre era fortificado, puesto que este tipo de arquitectura  simboliza el poder del Estado. Los monarcas supervisaban personalmente las obras y los arquitectos (alarifes) aplicaban todo su ingenio en el diseño de jardines donde el agua brotaba de fuentes y circulaba a través de canales, y donde se seleccionaban las especies botánicas con sumo cuidado para dar sombra o embriagar con sus aromas.

Castillejo de Monteagudo

La arquitectura palatina es la máxima expresión del arte medieval. En las ciudades importantes existía un alcázar urbano (Dar al-Imara) situado en la alcazaba donde se centraliza el aparato administrativo. Otros palacios se construyen lejos del bullicio ciudadano, son fincas de recreo que llegan a configurar auténticas ciudades palatinas. El Castillejo de Monteagudo (en la imagen), construido por Ibn Mardanis, es uno de los mejores ejemplos de una almunia real del siglo XII.

Jardines

Un elemento fundamental de  los palacios fueron los jardines equiparables al paraíso en la tierra. Su diseño fue especialmente cuidado por los arquitectos cortesanos. Se cuidaba el abastecimiento de agua que a través de albercas y canales se hacía circular a lo largo y ancho de los andenes del jardín. La vegetación también era esencial, las especies botánicas eran seleccionadas para crear sombra o generar aromas.

El tratamiento decorativo era fundamental en la arquitectura palatina. Las estancias nobles estaban ricamente decoradas con yeserías talladas y zócalos con motivos geométricos pintados en rojo.