Nobleza Yeclana

Del magnífico libro "Yecla en su Historia", del autor Juan Blázquez  Miguel, entresacamos algunas páginas que consideramos interesantes:

En él se habla, por ejemplo, de Don Juan Serrano Muñoz, Comisario del Santo Oficio de la Inquisición, por los años 1742, hombre muy rico, que dejó por la salvación de su alma al fallecer, nada menos que 1000 misas, la mayor cifra del siglo.

Se hace también mención a las dos clases de nobleza reconocida por entonces: la llamada notoria nobleza, que era aquella sobre cuyos linajes no había duda posible, y la denominada  nobleza de ejecutoria, que era la de aquellos que habían tenido que litigar para demostrarla y era así conocida por el documento que se extendía y que equivalía a la certificación oficial de hidalguía.

En la España de aquellos tiempos constituyó una obsesión alcanzar este rango, siendo así que a  medida que ganaba terreno el afán nobiliario en el siglo XVII se hicieron más imprecisos los límites entre la condición de pecheros y de hidalgos, que por todos los medios intentaban alcanzar los primeros.

Al hilo de esta cuestión se señala en la obra que desde 1730 a 1770, los yeclanos interpusieron 24 demandas ante la Real Chancillería de Granada, oponiéndose a la nobleza de Pedro Serrano de Espejo y Spuche, quién hasta el 22 de diciembre de 1801 no consiguió la ejecutoria, aunque el 5 de agosto de 1805 se le tuvo que dar una real promisión ratificando la decisión anterior.

Juan Romero Díaz