Bajada del Agua [El Azud Mayor]
Bajada del Agua

En cuanto a barqueros, en el ámbito de Javalí y a partir de 1830, aparece como tal José Antonio Gómez, natural de La Ñora. A su muerte heredó el oficio su esposa Antonia Martínez que continuó prestando el servicio hasta noviembre de 1844, fecha en la que una riada se llevó la embarcación hasta el hospital de Murcia. Al poco, debido a los destrozos sufridos y a la imposibilidad de remontarla río arriba, acabó siendo subastada por 2.900 reales.

En 1885 se construyó una nueva barca de la que se ocupó Joaquín Hellín Hurtado, vecino de La Ñora, de la calle del Rosario. Pues bien, en noviembre de 1913 sabemos que el mismo personaje continuaba en el oficio gracias a un informe pedido por el Gobernador relativo a las barcas existentes en ese momento en el río Segura. Todavía en los años treinta continuaba en servicio pero entonces estaba ubicada en el Golgo (remolino del río) a fin de cruzar aprovechando la energía del propio fenómeno. Estaba sujeta por una 'maroma' de acero. Pues bien, en 1941 fue sustituida por un puente. Aguas abajo de esta barca existió otra que gobernaba un vecino de El Rincón de Seca y cuando dejó de funcionar  la gente cruzaba este punto gracias a simples bidones colocados por los obreros de la fábrica de la pólvora. Una tercera embarcación estuvo dando servicio entre los años cuarenta y cincuenta; se hallaba enclavada en el paraje conocido como el Pago de El Herve, conectando El Soto, de El Javalí con La Ribera, de Molina del Segura. En este caso la maroma había sido sustituida por una cadena.

Gracias al mencionado censo de 1913 podemos asegurar que en el término de Murcia sólo quedaban seis barcas en activo en ese momento realizando el cruce de pasajeros.  Además de las citadas se contaba con: la del Rincón de Beniscornia, la de La Arboleja, el Molino del Marqués, Llano de Brujas y otra en Alquerías (aguas arriba cabría mencionar aquella que unía La Loma, en Cotillas, con La Ribera de Molina).