El Catastro de Ensenada distingue entre los bienes de los seculares y de los eclesiásticos. De los primeros, hay censados 1.312 propietarios con parcelas con moreras de la huerta de Murcia, incluidos Alcantarilla, Espinardo y Beniel. La suma total de sus morerales suma, en números redondos, unas 6.000 ha, esto es 4,6 ha de media por propietario, pero hay que reconocer el hecho de una elevada asimetría en la propiedad. Los que tenían más de cinco veces la media, los 34 terratenientes seglares más importantes de la huerta (el 2,6 %), poseían casi la mitad del total, más del 43 % (2.600 ha), y si a éstos añadimos los 91 propietarios que poseían cantidades entre dos y cinco veces la cantidad media, y que en total suman otras 1.234,7 ha, observamos que menos del 10 % de los propietarios poseían más del 64 % de los morerales.

En esta asimetría estadística debemos mencionar, entre los grandes propietarios, tres que destacan sobre los demás, doña María de la Paz, principal heredera de Francisco de la Paz, que tenía 4.567,5 tahúllas, más de 500 ha de morerales, la mayor parte de ellos concentrados en Alquerías (4.402 tahúllas), el Marqués de Beniel, con 285,5 ha de morerales, de las que el 93,5 %, en su propio señorío (267 ha) y, junto a ellas, sus hectáreas de labradíos sin moreras (321,7 ha), de frutales de riego (10,5 ha), sus 130 almazaras y un sinfín de barracas para alquilar.

Tras estos, otros diez propietarios poseían más de 50 ha dedicadas a morerales, como D. Pedro Saavedra, Tadeo Avellaneda, D. Francisco Riquelme, D. Jerónimo Zarandona, el conde Valle de San Juan, D. Pascual Caro, D. Joaquín Saorín y el marqués de Tenebrón.