La exposición Huellas ha marcado en la historia de las actividades culturales de la Región de Murcia un hito inolvidable. Concebida como marco que historiara el pasado de nuestro territorio desde la presencia del cristianismo hasta los convulsos días del siglo XIX, fundamentaba su discurso en la más bella de las páginas escritas en piedra durante el siglo XVIII español como fue la portada occidental de la Catedral de Murcia, génesis de todo el argumento.

     Si los contenidos ya significaban una sugestiva mirada hacia el pasado, lleno de realidades y de incógnitas, no era menos importante la circunstancia de ofrecer esa panorámica en el marco de una catedral renovada, vestida con sus mejores galas para esta excepcional ocasión. Acaso, esta doble circunstancia: la de mirar a la historia con los ojos del presente y la de ver su desarrollo prendido de las piedras de ese hermoso templo, fuera una de las sorpresas producidas por una muestra, capaz de caminar hacia un nuevo concepto de exposición en que lo local alcanzaba rango universal por medio de obras de arte que permitían al visitante mirar y conocer, en un marco monumental concebido para la ocasión como un objeto expositivo.

     Todas estas ideas podían ser entendidas a lo largo del recorrido desde que se iniciaba el itinerario por la historia mostrada desde diversas perspectivas a las que hace alusión este libro. La mirada era uno de los objetivos básicos de la exposición en la medida en que sus recorridos se dirigían a unos objetos cuya contemplación nos evocaba las cámaras de las maravillas. En cierto sentido, el título de este libro recuerda la belleza de lo expuesto y la satisfacción que producía su contemplación. Privilegiar la mirada, dotarla de una profunda significación estética para que fuera el primer paso hacia la comprensión de la historia sentida en sus diferentes ámbitos –el civil y el religioso– se ordenaba en los espacios catedralicios teniendo en cuenta los significados de sus muros, de sus bóvedas y ornamentadas rejas y capillas, con el fin de hacer más comprensible otras realidades pasadas como fueron la del histórico Reino de Murcia y de la vieja Diócesis de Cartagena.

     Con Mirabilia se cierra el ciclo de Huellas que un día inauguraron Sus Majestades los Reyes de España. Desde sus páginas se recapitula el significado de esta actividad memorable para que sintamos el orgullo de nuestra historia y su recuerdo presente en la obra de arte.

Carlos Egea Krauel

Director General de la Caja de Ahorros de Murcia

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