Ramón Alonso Luzzy

El estudio Luzzy-Navarro: enseñanza y encuentro para los artistas cartagenaros

Fatigado por sus más de 70 años, Vicente Ros abandona la docencia en el año 1959, siendo su labor educativa proseguida por dos de sus discípulos más notables. Luzzy y Navarro alquilan un amplio local en la Calle Huerto del Carmen donde inaugurarán un nuevo estudio. Conseguirían con su esfuerzo y dedicación hacer de este espacio un lugar similar al que en otro tiempo les había acogido a ellos, un punto de encuentro de amigos y gentes motivados por el interés artístico y cultural.

A lo largo de 27 años decenas de alumnos pasaron por este estudio encontrándose con un ambiente afable y enriquecedor.

Luzzy además continuó en esos años dedicado a sus trabajos decorativos, reduciéndose el número de exposiciones, pero sin abandonar nunca la pintura de caballete. Recorriendo la geografía murciana, en sus ratos libres paseó por parajes como Aledo, Lorca o Cabo de Palos, pintando sus rincones más expresivos.

El reconocimiento a la labor de Luzzy no tardó en aparecer

Ramón contrajo matrimonio con Josefina Campoy Albo, con quien tuvo tres hijos, Ramón, Daniel y Margarita.

Mientras tanto, los nombramientos y puestos en distintas estancias se iban sucediendo. En 1969 es nombrado vocal del Patronato de la Casa de la Cultura por el Director General de Archivos y Bibliotecas; más tarde es designado componente de la Comisión de Arte de la Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno; participó como jurado en múltiples premios, como el de 'Cartagenero del Año', instituido por Martínez Pastor, en el Premio Nacional de Pintura 'Vicente Ros', organizado por la Delegación Local del Ministerio de Cultura en el 79, o en el I Encuentro con el Arte de la Mujer en la Región de Murcia.

De la decoración a la pintura 'de figuras'

La pintura decorativa va dejando cada vez más paso a la de caballete, inaugurando en la década de los 70 una nuevo período que le condujo a la pintura llamada 'de figuras', pues era el ser humano el eje de sus obras.

Mientras se dedica a ello, en 1976 consigue terminar sus estudios en la Escuela de San Fernando que había dejado incompletos al volver de Madrid a Cartagena. Obtiene el título entonces de Profesor de Dibujo.

Participa en nuevas exposiciones presentando su nueva temática, como la celebrada en la Sala Zurbarán en el año 77 donde exhibe '26 temas de La Manga del Mar Menor'.

Un aviso que le pudo costar la vida

Un grave infarto de miocardio le obliga a rebajar la marcha de sus trabajos y ocupaciones. A pesar de continuar con su labor la insuficiencia cardiaca que le acompañó desde entonces condicionó muchas de sus actividades.

Desde ese momento empiezan a espaciarse los cuadros de figuras y el paisaje recobra un lugar preponderante. Carmen Conde escribe el texto de presentación del catálogo de su última exposición de figuras, realizada en la Sala Zurbarán en 1979.

El desempeño de nuevos retos

En ese mismo año 79 Ramón es nombrado oficial del PAHC de Francia, institución artística y humanística reconocida por la República Francesa, y un par de años después académico de la Academia de Alfonso X El Sabio de Murcia. También recibe el nombramiento de miembro de la Junta Plenaria del Patronato de la Casa Municipal de la Cultura de Cartagena, en calidad de asesor artístico.

Más tarde Luzzy fue elegido senador independiente en las listas del PSOE por la provincia de Murcia. Bajo este cargo intervino en diversas comisiones relacionadas con la educación, la investigación y la cultura, años en los que forjó una gran amistad con otros senadores como Carlos Barral o Carlos Collado. Durante esos años, aunque su actividad pictórica se ve drásticamente reducida por sus compromisos como senador, continúa pintando y participando en exposiciones.

Profesor de Bellas Artes y comisario de la Asamblea

Terminada su segunda legislatura en 1986 vuelve a dedicarse de lleno a la pintura. En 1986 convalida su título como profesor de Dibujo por el de Bellas Artes con la tesina 'La línea y el color en el paisaje cartagenero'.

En el 1988 es llamado a ser Comisario Asesor de la Presidencia de la Asamblea Regional en materia artística, cargo que desempeña durante tres años. Como tal  participa en la realización de la sala de exposiciones de dicha institución, organizando para su inauguración la exposición 'Acercamiento a las artes plásticas de las Regiones y Nacionalidades de España'. Es ésta quizá la muestra más importante realizada en la ciudad en los últimos años, y debía ir seguida de una gran exposición de cada una de las Comunidades Autónomas, sin embargo, este proyecto no llegó lamentablemente a concretarse.

Como desempeño de este nuevo nombramiento organizó diversas exposiciones, trayendo hasta estas tierras las obras de importantes artistas como Sunyer, Picasso, Gutiérrez Solana, Cossío' También inauguró a principios de los 90 la exposición 'Culturas de oriente, Donación Santos Munsuri' que, organizada por el Museo Nacional de Etnología, recorrió varias ciudades.

Viajó por distintos lugares de Europa, destacando en este tiempo su paso por Moscú y Lituania, a la que acude a participar como artista invitado en un certamen de pintura. Las influencias rusas también quedaron plasmadas en los lienzos y papeles que Luzzy dedicará a sus paisajes incluso después de su retorno.

Hijo Predilecto de Cartagena

En 1995, la sesión de la Corporación Municipal del 30 de enero decide nombrarlo Hijo Predilecto de la ciudad de Cartagena. Como agradecimiento regala a la ciudad el óleo Malezas.

Sus problemas de salud le persiguen constantemente, pero Luzzy continúa pintando y los reconocimientos a su trabajo y a su persona siguen lloviéndole. En 1997 se llega a un nuevo acuerdo por el que la nueva Casa de Cultura de la ciudad es bautizada como Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy.

Sus últimos años

Su débil salud le obliga a renunciar a la pintura de grandes formatos, pero, a pesar de sus continuas recaídas, jamás abandonó su tarea artística, realizando tanto óleos como pinturas sobre papel. En la Galería Bisel se realizó la que sería su última exposición individual. En el catálogo editado publica un breve texto que puede ser considerado su despedida artística. Muy debilitado, Ramón Alonso Luzzy siguió pintando hasta su último suspiro, el día primero de enero de 2001, dejando un óleo al fresco sin concluir.