Las mujeres de Falgas son murcianas aunque no lo supiéramos de antemano. Y algunas frutas y algunas flores han sido captadas después de un  paseo señorial –paseo de inquietud y complacencia- por el Malecón que se olvida de la ciudad acordándose de la huerta para recordar a los murcianos sus realidades y sus ilusiones
(Adolfo Muñoz Alonso)

Falgas sabe leer en el paisaje el paisaje; mejor todavía que pintarle. Le dice más –una vez pintado- de lo que acierta a expresar.
(Adolfo Muñoz Alonso)

José María Falgas no es un pintor de la realidad, sino de la veracidad. En el realismo hay como un ‘volver en sí’, una cierta recreación de lo verdadero que en la verdad no se hace necesario, porque no es posible volver cuando no se ha ido.
(García Viñolas)

Falgas une a técnica, gran oficio y experiencia una aguda mirada para captar el contorno y aún lo que está más allá, el trasfondo de gestos y expresiones y refleja lo que somos, lo que desearíamos ser, el alma que late en las manos, en el rictus de la boca, en la pose que nos interesa perpetuar; el ser en suma, grande o pequeño, generoso, violento, frívolo, austero o melancólico que se lleva dentro y que no escapa a la aguda observación de este infatigable viajero de hombres y paisajes.
(José Ballester)

Falgas posee el secreto de captar el mundo interior de las personas, reflejándolos en esos tres puntos cruciales que forman el triángulo  psicológico de la pintura: los ojos, los labios y la ‘expresión’ de la frente, con el pensamiento hecho color, luz, matiz y línea.
(Basilio Gassent)

José Mª Falgas es un pintor completo, sin limitaciones genéricas, ni temáticas, que fue empujado materialmente a la especialización en el género del retrato por su sorprendente facilidad para desenvolverse ante la figuración humana.
(Antonio Cobos)

Falgas es un clásico de su serenidad, un virtuoso de su pintura, un constante de su variedad temática. De su decidida vocación al retrato ha llegado a depurar una técnica en que manteniendo el parecido, añade la imaginación de su pincel o acuarela, expresada de modo inmejorable en el viejo pintor de gafas.
(Julia Sáez Angulo).