Nuestra Luz En El Parqué, Pérez Espinosa, Exposición Baltimore 2003 [Pérez Espinosa]
Nuestra Luz En El Parqué, Pérez Espinosa, Exposición Baltimore 2003
Obra de Pérez Espinosa, Marzo 2004 [Pérez Espinosa]
Obra de Pérez Espinosa, Marzo 2004

Luis Pérez Espinosa recrea en sus pinturas un universo paisajístico en el que la naturaleza, a diferencia de las pinturas impresionistas de Degas, Monet o Pisarro, es capaz de transmitir hondas sensaciones líricas, hasta el punto que algunas de sus creaciones han sido definidas como auténticos " llantos en colores," obtención de climax emocionales para los que el pintor se sirve de unos paisajes atravesados por estaciones intermedias, primavera u otoño, prescindiendo de las extremas como el verano y el invierno.

La empatía del artista durante el proceso creativo con las situaciones vitales terminales, tales como la privación de libertad, la enfermedad, la locura o la muerte, se plasma en una combinación de colores, preferentemente verdes, azules, amarillos y rosas, cuya mágica mixtura es capaz de dotar, de manera paradójica,  a unos cuadros carentes de figuras humanas de una gran personalidad, en el sentido profundo de la palabra. Dentro de un proceso de "humanización" de lo abstracto, para el que también resulta esencial la intervención de quien contempla el cuadro, que, lejos de ser un espectador pasivo, forma parte de la obra como detonador de emociones.

Los cuadros de Pérez Espinosa responden  antes que a una concepción milimétricamente prefigurada previamente a una pulsión, un arrebato cuyos efectos tienen capacidades terapeúticas antes que nadie sobre el propio pintor, quién expone estas peculiaridades balsámicas al afirmar que "un cuadro es como tomarse un medicamento, que sirve y sana a quien lo toma". Poderes curativos que el pintor gusta de conjurar casi a oscuras, ya, que huyendo de los manidos lugares comunes sobre la presencia de la luz dentro del proceso creativo de los pintores " mediterráneos", Pérez Espinosa elabora sus creaciones con luz tenue para, eso sí, verter un auténtico estallido colorista en sus cuadros.     

Señalar por último, que al margen de los impresionistas del XIX, la crítica especializada ha designado como referentes contemporáneos a Pollock y Andy Warhol, parentescos que también contribuyen a dar una idea aproximada de la magnitud artística de este pintor murciano.