Luisita Esteso
Luisita Esteso

Los Esteso

Luis Esteso y su hija Luisita eran humoristas y sus actuaciones solían encuadrarse en lo que entonces dio en llamarse espectáculo de varietés. Pisaron tierras murcianas, que sepamos, en 1908 y después lo seguirían haciendo durante dos largas décadas. Más adelante fue solo Luisita la que continuaría con sus visitas durante varios años más. 

En enero de 1908 debutó Luis Esteso en el Palacio Luminoso de Murcia, precisamente en un solar cedido por la familia Zabalburu. Otro tanto hizo algunos meses más tarde en Cartagena, en el Salón de Actualidades de la calle Honda y de allí anduvo recorriendo otras localidades de la Región.

A Esteso se le calificó en prensa de hombre excepcional, se dijo de él que era un poeta errabundo, un maestro del chiste y de la burla.  En la toruné de 1909 trabajó en el Teatro España de Águilas, en Lorca y en Cartagena con series de chistes y un monólogo en verso titulado 'Latía'; en abril de 1912 volvió a Cartagena.  Algún tiempo después, en 1915, ya especializado en diálogos de humor y monólogos visitaba de nuevo la Región con el espectáculo titulado 'Pastillas Plun'. Y en 1920 actuaba con su hija y su esposa, 'La Cibeles', en varios teatros y entre ellos en el Borrás de Cieza.

La prensa dedicaba en 1921 dos artículos a Luisita y Luis Esteso. A ella se la compara a la Goya, Raquel Meller en el sentido de considerarla 'una artista nata, que lleva el arte en las venas latiéndole con un ritmo interior, sosegado y armónico..., su proteismo emocional, la mutabilidad del gesto y la fuerza vibratoria de su sensibilidad, forman una síntesis de arte tan rara y tan perfecta que sobre el escenario su lindo cuerpecito, de una fragilidad increada de princesa...' Firmaba el artículo A. Martínez Tomás. Pero si halagüeña era esta crítica, mucho más lo era el artículo dedicado al padre y firmado nada menos que por Andrés Cegarra Salcedo. En el mismo se decía de Luis Esteso que era un hombre excepcional, comparable al histrión galo Glatigny; una perenne contradicción, el emperador de la bohemia, un juglar sugestivo, un erudito y un bibliófilo, exhumador de notables obras clásicas ("El héroe", de Gracián; República literaria', de Saavedra Fajardo; La derrota de los pedantes', de Moratín, un hombre que: 'con sublime tozudez persiste en la tarea de invertir su dinero, trabajosamente extraído de la estulticia del pueblo, en bellos elementos de cultura capaces de iniciar su ennoblecimiento...'.

Aquellos monólogos y obras de teatro se orientaban entre 1925 y 1928 hacia el humor y la canción. En 1923 se les aplaudíó en el Salón Rosa de Totana y en distintas localidades actuaría Luis acompañado de su hija en 1925.  El, contando chistes y ella cantando acompañada de la bailarina Pilar Calvo.  En esos meses Luis Esteso se uniría a Massotti para componer ¿Los perfumes de Asia¿ e interpretarlos en el almacén de música del señor Gascón, en Murcia.  De aquí pasaron al Teatro Vico de Jumilla obteniendo un gran éxito de público y crítica.  El periplo de 1926 fue casi tan intenso como el anterior: Murcia, Lorca, Totana, Águilas o Abarán, con llenos siempre y el entusiasmo asegurado de un público rendido a su genialidad y buen hacer.  La prensa se volcaba invariablemente con ellos y destacaba que en aquel año debutaba con ellos Lolita Domínguez. Ya se pronosticaba entonces el magnífico futuro que aguardaba a Luisita como una de las primeras estrellas de su género. 

La vocación, laboriosidad y capacidad creativa de Luis Esteso le llevaron a escribir ocho volúmenes de chistes y monólogos; en total unos 30.000, lo que podría considerarse toda una enciclopedia del chiste.    Por cierto, que una buena parte de ellos los daba a conocer en el repertorio que paseaba en 1927 por la geografía regional.  Mientras tanto Luisita interpretaba el couplet de Pedro Jara Carillo titulado ¿Sangre y Arena¿. Esta temporada incluían en su programa a la canzonetista de aires regionales Trini Serrano y a la danzarina Isabelita Ruíz.  En marzo de 1928 falleció Luis Esteso pero continuó al frente de la Compañía su hija que siguió manteniendo los recorridos habituales: Cieza, Murcia, Cartagena y organizando espectáculos de bailes con Reyes-Valero o Clarita Cooper.   Luisita también tuvo sus escarceos con el mundo del cine interpretando un papel destacado en ¿Don Quintín el Amargao¿ junto a la actriz Ana María Custodio y Alfonso Muñoz.

Luisita, tras la guerra siguió visitando Murcia entre 1940 y 1944 y en la década siguiente volvería al Romea con la Compañía del inolvidable actor de revista Juanito Navarro.