Los versos que protagonizan las veladas troveras suelen girar en torno a alguno de los principales acontecimientos o vivencias del lugar donde son celebradas. La estrecha vinculación de los trovos con los mineros ha dejado letras que hablan de la desesperación por la soledad y el desamparo que se respiraba en el mundo de las minas, a consecuencia de las pésimas condiciones en las que se vivía y el bajo nivel de vida de la población. Éstos han sido utilizados como un medio de protesta y denuncia social de determinadas situaciones, entendidos como un desahogo lírico de los protagonistas.

     Sin embargo, la temática de estos cantes no queda ahí limitada, sino que también se exponen trovos que hablan del amor, la muerte, la patria, o cualquier otra realidad del mundo que les rodea, bien sea de situaciones actuales o pasadas, tratando siempre de hacer partícipe al público.

     Al estar relacionados con vivencias comunes del pueblo, los trovos consiguen identificar a la gente con los sucesos que se exponen de esta manera tan peculiar. Los troveros son observadores de la realidad que les rodea y consiguen, ya sea con amargura o con ironía, transmitir los pesares y las ilusiones de su entorno.

Función social

     Esta autenticidad es reconocida por el pueblo, que se siente estrechamente ligado a lo que escucha. Unas veces conseguirán estremecer y transmitir el sufrimiento y el dolor que manifiestan, pero tampoco estarán ausentes el humor y la alegría con que en ocasiones se desarrollan las veladas troveras.