Programa 2019

    Los Desfiles de la Pasión de Cristo de la Semana Santa de Abarán se encuentran entre los más coloridos, bellos y populosos de la Región de Murcia. No en vano está catalogada como Fiesta de Interés Turístico Regional desde 1985.

    Esta fiesta hunde sus raíces en el siglo XVII, aunque fue a mediados del XIX cuando los antepasados de los abaraneros celebraron sus primeras procesiones. A lo largo de los años, Abarán ha sabido dotar a su Pasión de Cristo de un carácter genuino y altamente creativo.

    Las diez Hermandades vigentes en esta Semana Santa  y los numerosos fieles que convoca cada año, alcanzan su punto álgido en la mañana del Domingo de Resurrección, cuando se celebra la Procesión de Las Reverencias o El Encuentro, que los reúne a todos en la Plaza del Ayuntamiento para celebrar el triunfo de la vida sobre la muerte.

Orígenes de la Semana Santa de Abarán

    No existen datos concretos que certifiquen el origen de los desfiles de la Pasión de Cristo dentro de la Semana Santa de Abarán. Sin embargo, estudiosos del tema hablan de la existencia de un documento fechado en 1610, que cuenta con declaraciones del Carmelita Fray Juan de Toro, quien llegó a Abarán para predicar en Semana Santa, encontrándose que en la villa se organizaban procesiones de penitentes rezando el 'Vía Crucis' de sangre, el Jueves Santo.

    En el año 1840, siendo Alcalde de Abarán Don José Gómez del Seco, y Regente de la Parroquia de San Pablo Fray Antonio de Alarcón, comenzaron a celebrarse los primeros desfiles pasionarios dentro de la Semana Santa abaranera. En la noche del Jueves Santo desfilaban las imágenes de La Magdalena, Nuestro Padre Jesús, San Juan Evangelista y La Virgen de la Soledad. Estos Pasos salían de nuevo en la madrugada del Viernes Santo, aunque figuraba el Cristo Yacente en sustitución del anterior. Todas las imágenes y 'andas' eran propiedad de la Parroquia de San Pablo.

    Años más tarde, se añadiría la Procesión de Las Reverencias o El Encuentro que, celebrada en la mañana del Domingo de Resurrección, cuenta desde sus orígenes con gran número de fieles, procedentes del propio Abarán y también de sus alrededores.

    Aunque en esa época no existían Hermandades, las procesiones eran presenciadas por un gran número de feligreses. Las mujeres vestían de negro y se tocaban con echarpe del mismo color, mientras que los hombres se cubrían con capa española y también vestían de negro. Las modestas 'andas' se adornaban con flores naturales de la huerta y las procesiones nocturnas se alumbraban con velas.

Fundación de las Hermandades

    Sobre el año 1855, se organiza la primera Hermandad relacionada con la celebración de las Procesiones de Semana Santa de Abarán: Siervas o Hijas de María, formada para acompañar a las imágenes de la Virgen María en estos desfiles.

    Alrededor de 1875 se forman las Hermandades de San Juan Evangelista y la de Santa María Magdalena y La Samaritana, mientras que la de Nuestro Padre Jesús Nazareno o Tercio de Armaos lo hace recién estrenado el siglo XX.

    Anteriormente, puede que a finales del siglo XIX, también comenzaron a figurar en las procesiones otras dos hermandades: las del Cristo de los Azotes (La Flagelación) y Santa Mujer Verónica.

    Entrado ya el siglo XX se constituye la Hermandad de San Pedro Apóstol, y a finales de la década de los cuarenta se funda la denominada Hermandad del Santo Cristo del Silencio, creada para el desfile exclusivo del Jueves Santo a la medianoche, que toma la denominación de Procesión del Silencio.

    Los Desfiles de la Pasión de Cristo de la Semana Santa de Abarán se encuentran entre los más coloridos, bellos y populosos de la Región de Murcia. No en vano está catalogada como Fiesta de Interés Turístico Regional desde 1985.

    Esta fiesta hunde sus raíces en el siglo XVII, aunque fue a mediados del XIX cuando los antepasados de los abaraneros celebraron sus primeras procesiones. A lo largo de los años, Abarán ha sabido dotar a su Pasión de Cristo de un carácter genuino y altamente creativo.

    Las diez Hermandades vigentes en esta Semana Santa  y los numerosos fieles que convoca cada año, alcanzan su punto álgido en la mañana del Domingo de Resurrección, cuando se celebra la Procesión de Las Reverencias o El Encuentro, que los reúne a todos en la Plaza del Ayuntamiento para celebrar el triunfo de la vida sobre la muerte.

    La década de los cincuenta constituye un tiempo fructífero para la Semana Santa abaranera, puesto que se fundan las Hermandades del Santo Cristo del Ecce-Homo y la de la Virgen de la Esperanza y Santo Cristo de Medinaceli, que posteriormente quedaría bajo los auspicios y dirección de Las Siervas de María.

    En la Semana Santa del año 1958, comienza a desfilar la Hermandad de Nuestro Padre Jesús, triunfante en la entrada de Jerusalén, cuyo titular es exclusivo para la Procesión del Domingo de Ramos. Tiempo después, quedaría bajo los auspicios y dirección de la Hermandad de la Santa Mujer Verónica.

    Para las procesiones del año 1963, se adquiere el Paso del Cristo en el Descendimiento de la Cruz, que daría lugar a la creación de la Hermandad del Descendimiento.

    Todas estas Hermandades, en su origen, se alumbraban con velas y posteriormente con luz eléctrica, cedida gratuitamente por la Empresa Local de D. Nicolás Gómez Tornero. Adornaban sus tronos con flores artificiales y luego con naturales, principalmente claveles y rosas.

    Además de sus imágenes titulares, muchas de ellas han ido adquiriendo pasos completos, partes de algún grupo escultórico, tronos, estandartes, mantos y otros importantes utensilios empleados en las procesiones.

Participantes

    La Semana Santa de Abarán constituye una eclosión de sabor intimista y efectismo. Su belleza y singularidad convoca cada año gran número de fieles que, aglutinados en las callejuelas y plazas, contempla el paso de las procesiones por la villa.

    Además de los numerosos fieles, visitantes y curiosos, la Semana Santa abaranera cuenta con la participación de la Junta de Hermandades, así como con la de las diez Hermandades vigentes en la localidad, cuyas procesiones son amenizadas con las Bandas de Tambores y Cornetas, que deleitan al público con sus magistrales interpretaciones.

    Todas las Hermandades de Abarán cuentan con Banda de Tambores y Cornetas, a excepción de Las Hijas de María, que son acompasadas por la Banda Municipal de Música y la Hermandad del Silencio, en la que prácticamente solo hay anderos.

    El crisol de participantes se completa con el Clero, las Autoridades y la Corporación Municipal.

Declarada de Interés Turístico Regional