La Indumentaria Tradicional de la Región de Murcia tiene sus raíces en los trabajadores y los aristócratas de las civilizaciones que han pasado por la zona a lo largo del tiempo.

De esta manera, parece que el traje de faena tiene influencias moriscas, y el vestuario de gala se origina en la corte española del siglo XVI.

Son típicas de la Región prendas como los refajos en las mujeres, y los zaragüelles en los hombres.

Pero si realmente algo identifica a la indumentaria tradicional de Murcia es la gran cantidad de ornamentos en sus trajes, y sobre todo, la calidad y variedad en sus bordados.

La indumentaria tradicional de Murcia se remonta siglos atrás, pero vuelve a la actualidad en la Región cada año en las distintas festividades que se celebran en pueblos y ciudades.

La indumentaria tradicional de un pueblo, junto con sus danzas y sones, brindan la forma más veraz y auténtica de conocer la idiosincrasia del mismo.

Mediante la indumentaria se puede deducir el clima de la zona, el carácter de sus gentes y la manera de sentir y expresar sus sentimientos.

Ya en el siglo XVII comenzó a consolidarse el traje popular o regional. Pretendían que surgiera la identidad de un pueblo frente a la entrada de modas extranjeras (por ejemplo la Francia de Luis XIV, el Rey Sol). Se pretendía, de esta manera, afianzar y consolidar las tradiciones y costumbres autóctonas.

A la vez, la indumentaria tradicional ha servido para diferenciar claramente los niveles sociales de las diferentes épocas de la historia.

Con la industrialización de la Revolución Industrial, comienza el declive de las indumentarias tradicionales. Se empezaban a perder costumbres e identidad a medida que avanzaba el trabajo en serie.

También fue importante el avance en los medios de comunicación, ya que las noticias y las distintas influencias llegaban más aprisa y en condiciones más asequibles con la potenciación de los transportes y la universalidad de las modas.