Es el nombre genérico con el que se conoce a distintas especies de peces pertenecientes a la familia de los Mugílidos, que se caracterizan por tener cuerpos alargados, en forma de huso o torpedo, robustos y poco comprimidos lateralmente. Tienen cabezas grandes y anchas y planas con morros cortos y obtusos, típicamente redondeados, y bocas terminales y bien hendidas de labios carnosos. Sus ojos están separados con párpados adiposos en la mayoría de los casos.
Presentan dos aletas laterales bien separadas, la primera corta. El cuerpo lo tienen cubierto de grandes escamas que se extienden hasta la cabeza.
Hábitat y distribución
Son peces de superficie, aunque bajan a alimentarse al fondo, pudiendo ser observados formando pequeños grupos, raspando las rocas con crecimiento de algas o buscando el alimento en fondos blancos con vegetación.
Son bastante frecuentes en zonas litorales poco profundas de la costa murciana, también son comunes en las aguas calmadas de ensenadas y puertos, y constituye una de las fracciones de la ictofauna más característica de las lagunas litorales, llegando, algunas veces a remontar ríos.
Tanto en el litoral mediterráneo como en el Mar Menor podemos diferenciar seis especies diferentes de mújoles. Las mas apreciadas son el pardote (Mugil cephalus) y el galupe (Liza aurata), seguidas de morragute (Liza Ramada), la lisa (Chelon labrousus), la caluga (Oedalechilus labeo) y la galúa (Liza saliens).
Su abundancia en la laguna dio lugar a artificios de pesca característicos del Mar Menor como las encañizadas y artes como la pantasana.
Alimentación y costumbres
De forma general se alimentan de plancton, pequeños invertebrados, detritus de puertos, residuos sedimentarios y en general de cualquier sustancia que se encuentre tanto en superficie como en el fondo de su hábitat natural. Debido a esta particularidad son conocidos como los "basureros del mar".
Lleva a cabo la reproducción durante los meses de julio, agosto, septiembre y octubre, siempre necesariamente en agua salada, desovando las hembras entre 5 y 7 millones de huevos provistos de abundante vitelo que tardarán 7 u 8 años en madurar sexualmente.