Largo y difícil es el camino para conseguir recuperar en nuestros ríos a este mustélido tan singular. Son el auténtico testigo del nivel de pureza de las aguas del bosque de ribera, de modo que su presencia es motivo de alegría en estos tiempos en los que la contaminación merma y castiga los paisajes ribereños y a sus pobladores.

La nutria es una de las especies de vertebrados que mayor regresión ha sufrido en España en las últimas décadas. En consonancia con otras poblaciones de nutria, la murciana atravesó un momento crítico en las décadas de los sesenta y setenta, a partir del cual se produjo un periodo de estabilidad en los ochenta y principios de los noventa y un ligero incremento a finales de los noventa.

La contaminación que se inició en los ríos en los años 80 y 90 ha ido acorralando a esta especie bioindicadora en las riberas mejor conservadas del Noroeste regional. La población se encuentra limitada a los ríos Alhárabe y Benamor, así como al Segura, principalmente en los municipios de Calasparra y Cieza. En el pasado se podían encontrar nutrias por una gran parte de la geografía murciana.

Otros factores de regresión que tuvieron importancia hasta la década de los 60 fueron la caza y persecución de la especie, para aprovechamiento de su piel y por considerarla enemiga de la pesca, pero actualmente no tienen lugar.

Medidas de conservación

Las medidas más aconsejables son: la conservación del hábitat, dirigida a proteger las riberas y evitar la contaminación de las aguas; la correcta gestión del uso del agua con el mantenimiento del caudal ecológico y el control de los regadíos; la construcción de depuradoras que reduzcan los vertidos contaminantes a los ríos; la adecuación ambiental de obras y trabajos en los cauces y orillas; la supresión o modificación de las actuales barreras artificiales; la construcción de pasos en carreteras y cauces; el establecimiento de espacios protegidos que engloben los mejores hábitats ocupados por la nutria, y la realización de campañas de divulgación y sensibilización.

Figuras de protección

La nutria está considerada de ¿interés especial¿ por el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y ¿estrictamente protegida¿ desde 1973. Por su parte la Directiva Hábitats (92/43/CEE) la incluye en los anexos II y IV, correspondientes respectivamente a las "especies animales y vegetales de interés comunitario, para cuya conservación es necesario designar zonas especiales de conservación" y "especies animales y vegetales de interés comunitario que requieren una protección estricta". Está incluida como especie vulnerable en el Libro Rojo de los Vertebrados Españoles, publicado por ICONA en 1992.

También se encuentra protegida por el Convenio Internacional CITES, en el cual se cataloga como "en inminente extinción" y prohíbe explícitamente su comercialización.

Figura como "vulnerable" en el Libro Rojo de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN) y aparece recogida en el anexo II del Convenio de Berna entre los animales cuyo peligro de extinción es grave y requiere especiales cuidados para su recuperación.

Desde 1995 se considera en peligro de extinción en nuestra Comunidad y está incluida en el reciente Libro Rojo de los Vertebrados de la Región de Murcia y catalogada "en peligro de extinción".