Hace algunos años, en 1996, cuando trabajaba en la Consejería de Agricultura, repasando unos boletines oficiales de la entonces llamada Comunidad Económica Europea (CEE), encontré un Reglamento que regulaba unas ayudas a la crianza al gusano de la seda. Y me pregunté ¿porqué en Murcia no se dan estas ayudas? Esta pregunta, como todas, provocó una cascada de consecuencias en mi vida y en mi entorno, de modo semejante a las ondas que se producen cuando tiramos una piedra a un estanque¿
Una de estas consecuencias fue que puse en marcha en la Región las citadas ayudas. Otra, mucho más importante para mí, es que motivó mi acercamiento al tema del gusano de la seda que, desde el primer momento, me 'enganchó', quizás por el halo romántico que lo envuelve, quizás por su glorioso pasado en Murcia, su causa perdida¿
Y la que es más importante, me permitió conocer a singulares y encantadores personajes vinculados al gusano de la seda, con algunos de los cuales tengo la suerte de disfrutar de su amistad.
Uno de ellos, causante de que tenga plantadas 3000 moreras, es un conocido empresario murciano que me contó una bonita e increíble historia acerca de una enfermedad que había padecido¿
Corría el año 1981 y le habían diagnosticado una enfermedad de la piel muy grave. Un día, leyendo el diario Línea, encontró una breve noticia que hablaba de un doctor en Córcega del que se decía que investigaba con productos del gusanos de la seda y que había conseguido resultados sorprendentes en patologías de la piel. Ni corto, ni perezoso, se marchó a Córcega, donde se encontraba el Dr. Bordás y, siguiendo sus indicaciones y tratamiento a base de un extracto de crisálidas de gusano de seda, su enfermedad remitió. En agradecimiento, acogió como suyos los deseos que el citado doctor en biología le transmitió en su lecho de muerte: que se siguiese investigando en el tema y que se plantasen moreras.
Desde entonces, este murciano de pro, se ha dedicado al proselitismo del gusano de seda y la morera. Así, en una primera etapa sufragó un proyecto de investigación en el Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia en el se obtuvieron interesantes resultados sobre el efecto del citado extracto sobre el crecimiento celular. Posteriormente, se ha dedicado a comercializar una gama de cosmética a base de extracto de crisálida de gusano de seda bajo la marca Serumdal. En la página Web del producto cosmético (www.serumdal.es) se recoge que:
Contiene una elevada cantidad de ácidos grasos esenciales, favorecedores de la regeneración celular
Posee un marcado efecto anti-radicales libres, protegiendo las células del envejecimiento
Se comporta como una emulsión liposomiada, lo que le dota de una extraordinaria capacidad de penetración transdérmica y de incorporación a las membranas celulares, revitalizándolas y reponiéndolas.
Querido amigo, te ahorrarías mucho trabajo si, en vez de palabras, pusieses una foto de tu cutis junto con tu edad en la página Web. Perdona la grosería, pero la piel de tu cara es como la del culo de los bebés: lisa, suave, brillante y sonrosada!
NOTA: Actualmente existe otra empresa cosmética regional afincada en Fuente Álamo, Quivera cosméticos, S.L., que incorpora también extracto de crisálida de gusano de seda en sus productos (www.quivera.es).
