Albaricoquero con frutos [Albaricoque]
Albaricoquero con frutos
Baños de Mula
Hojas caídas de albericoquero (Prunus armeniaca), árbol de secano y de regadío de los cultivos del interior murciano
José Antonio López Espinosa

    El albaricoquero es un árbol frutal caducifolio de mayor tamaño que el ciruelo o el melocotonero, llegando a alcanzar, algunos ejemplares, alturas de hasta 10-12 metros (ejemplares de las huertas del Valle de Ricote, Vega Alta y Vega Media), con ramas que forman una copa redondeada y bastante amplia.

    La corteza del tronco es pardo-violácea, agrietada; y las ramas son rojizas y extendidas cuando jóvenes y leñosas a partir del 2º año.

    Sus hojas, al brotar y mientras son jóvenes, aparecen arrolladas, siendo luego de un color verde brillante por el haz y más pálidas por el envés. Son de forma aovada e irregularmente aserradas y algo acorazonada en la base.

    A principios de primavera (algo antes en las zonas más cálidas de la Región) y antes de que broten las hojas, aparecen las primeras flores del albaricoquero, que se cubre por completo de estas a medida que va entrando la estación. Las flores son grandes, aparecen solitarias, pero en gran cantidad, cubriendo todo lo largo de las ramas, de un bonito color blanco-rosáceo, dependiendo de la variedad que se trate.

    Las flores fecundadas ofrecerán los sabrosos frutos de este árbol, los albaricoques, frutos carnosos de diferentes tamaños, según las variedades, de entre 5 y 9 cm de diámetro. Tienen una piel más o menos anaranjada, teñida de rojo en la parte expuesta al sol y una carne amarillenta clara muy perfumada, más o menos jugosa (según variedades) y de sabor dulce a agridulce.

Hábitat

    El albaricoque es un árbol bastante rústico, propio de climas templados, aunque resiste bien los fríos invernales. Debido a lo temprano de su floración, puede sufrir por las heladas tardías en las localidades frías. Exige calor estival para la completa madurez de la fruta y es resistente a la sequía. Se da mejor en exposiciones aireadas y soleadas de las mesetas y colinas que en las llanuras, siendo la mejor altitud para su cultivo la que se sitúa en torno a los 200-500 metros.

    En cuanto a suelo, es muy poco exigente, pero prefiere los suelos cálidos, secos, ligeros y profundos, no adaptándose a los suelos fuertes, fríos y húmedos. La permeabilidad del subsuelo tiene una gran importancia en este cultivo, pues todo estancamiento de agua es fatal para el albaricoquero. En tierras profundas toma un gran desarrollo y los frutos son de buena calidad. En malas tierras (laderas secas), los árboles se desarrollan menos, pero los frutos son más perfumados.

Distribución

    El albaricoquero se encuentra extendido por toda la Región de Murcia, adaptando las diferentes variedades a las diferencias climáticas de las comarcas donde se planta. La variedad 'moniquí' y los llamados 'de clase' se cultivan en el municipio de Cieza y Abarán, las variedades 'mauricio' y 'valenciano' se extienden por la Vega Media, los 'bulida' aparecen por toda la geografía murciana, y la variedad 'real fino' se localiza en la comarca del Río Mula.

Uso y consumo

    El albaricoque es una fruta muy empleada para consumo de mesa y para la confección de confituras y la elaboración de conservas. También se consumen secos, los llamado 'orejones'.

    Los albaricoques son rica fuente de Vitamina A, Vitamina C, Vitamina E, hierro, potasio, manganeso, flúor, cobalto y boro.