¿Qué es un mineral?
La Comisión de Nomenclatura Mineral y Minerales Nuevos de la Asociación Mineralógica Internacional definió en 1995 como mineral, un elemento o compuesto químico que normalmente es cristalino y que se ha formado como resultado de procesos geológicos.
Aunque la mayoría de los minerales son cristalinos, es decir, tienen una ordenación interna de sus partículas, se aceptan también como minerales algunas sustancias amorfas de origen natural como el ópalo o aquellas que son líquidas en condiciones ambientales. El agua, en su forma líquida, no se considera que sea un mineral, pero su forma sólida, el hielo, sí lo es. El mercurio, sin embargo, está reconocido como un mineral, aun cuando no se encuentra en estado cristalino en la Tierra. Algunos mineralogistas son reacios a aceptar las sustancias amorfas como minerales y prefieren llamarlos "mineraloides".
Los componentes de las rocas extraterrestres y del polvo cósmico son considerados como minerales (ej. el mineral lunar tranquilitita), ya que se han generado por procesos geológicos.
Las sustancias producidas por el hombre no son consideradas como minerales. Aunque tales sustancias sean idénticas a minerales, deben ser referidas como "equivalentes sintéticos" de los minerales en cuestión. Sin embargo, si estas sustancias antropogénicas son afectadas por procesos geológicos no intencionados por el hombre, el resultado sí se considera mineral.
Las sustancias producidas totalmente por procesos biológicos (ej. cálculos renales, cristales de oxalato en tejidos de plantas, conchas de moluscos marinos, etc.) no son consideradas como minerales. No obstante, si los procesos geológicos estuvieron involucrados en la génesis del compuesto, entonces el producto puede ser aceptado como mineral. Ejemplos de minerales de esta clase son las sustancias cristalizadas a partir de materia orgánica en las pizarras negras, a partir del guano encontrado en las cuevas de murciélagos, la resina fósil (ámbar), los constituyentes de calizas o fosforitas procedentes de organismos, algunos nitratos, azufres, silicatos, etc.
Un mineral presenta siempre la misma combinación de elementos y se puede representar mediante una fórmula química. Pero en muchos minerales existe la posibilidad de intercambio de algunos átomos o iones por otros de radios similares (isomorfismo), ej. La serie isomófica de las plagioclasas. Las condiciones de presión y temperatura pueden variar haciendo que un mineral sea inestable y dando lugar a otro distinto, con la misma composición química pero distinta estructura cristalina (polimorfismo), ej. La calcita y el aragonito.
A veces, como consecuencia de determinados procesos geológicos, en una zona de la corteza terrestre se encuentran concentrados los minerales de manera que es rentable su explotación, a estas zona se les denomina yacimiento mineral. Los minerales y sus yacimientos se forman por unos procesos geológicos:
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Procesos magmáticos. Cristalizan a partir de un magma. Existen tres fases de enfriamiento de un magma y de formación de minerales: la fase ortomagmática (cristalización en la cámara magmática original), pegmatítica o filoniana (cristalización en fisuras) y la fase hidrotermal (donde el agua caliente rica en iones es el componente principal).
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Procesos sedimentarios. Por acumulación de minerales resistentes a la meteorización (placeres), por precipitación química o bioquímica a partir del agua, por alteración de otros minerales y por los cambios químicos y físicos que se producen cuando los sedimentos se transforman en rocas (diagénesis).
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Procesos metamórficos. Por reacciones entre minerales de una roca causadas por incremento de presión y/o temperatura. Si existen fluidos que favorecen este proceso se denomina metasomatismo.
Antonio del Ramo
Francisco Guillén