Clase: Sedimentaria detrítica


Descripción

Se denomina rudita a los sedimentos y rocas que están formados por cantos con un tamaño superior a 2 mm. Dentro de éstas están las brechas, que son rocas (sedimentos cementados) con fragmentos angulosos. Como han sufrido un escaso transporte, la mayor parte de las brechas suelen ser monogénicas, es decir, que sus cantos proceden de la misma roca madre.

Ambiente de formación

Las brechas  se generan por, principalmente, por procesos de meteorización física como el hielo-deshielo (crioclástia), cambios de temperatura (termoclastia), rotura por raíces (bioclastia) y una erosión y un transporte prácticamente nulos. El principal agente de transporte es la fuerza de la gravedad, aunque también pueden estar asociadas a cursos fluviales y a glaciares (tillitas).

En las laderas de montañas donde existen escarpes de rocas, se acumulan los fragmentos de éstas originando canchales, que al cementarse dan lugar a las brechas. Si su génesis está motivada por procesos tectónicos (fallas y cabalgamientos) se denominan brechas de falla (rocas cataclásticas) y se consideran rocas metamórficas (metamorfismo dinámico).

Localidades

Este tipo de rocas aparecen cerca de todos los escarpes de las zonas montañosas de la región.

Usos

Las brechas de origen sedimentario no poseen ninguna utilidad, ya que a pesar de ser muy abundantes, su situación en zonas poco accesibles y los escasos volúmenes existentes, no hacen rentables su explotación. No obstante, se han utilizado tradicionalmente, cuando no están cementadas (canchales), en la construcción de viviendas y de cercados para el ganado, en algunas zonas rurales de la región.

Algunas brechas de origen tectónico (cataclasitas) poseen interés comercial, ya que suelen existir grandes volúmenes de las mismas. Las que no están cementadas se utilizan como áridos en la construcción y algunas muy bien cementadas, se pueden comercializar como rocas ornamentales.

Antonio del Ramo
Francisco Guillén