Parada 11. 10 km. Aquí hay una explanada que nos puede servir como mirador. Se aprecian muchos de los detalles comentados en la parada anterior, y también una buena panorámica del frente de cuesta del Calar del Lanchar que constituye parte del flanco norte del anticlinal de la Muela. En él se ven paredes verticales de más de 200 m donde se aprecia  una potente serie estratigráfica del Mioceno medio: estratos decimétricos de calizas marinas y en la base del frente margas blancas apergaminadas. Estamos viendo las rocas que se formaron en el Estrecho Norbético.  Hay  numerosas oquedades, algunas con pinturas rupestres, y manantiales como el de la Balsa Grande del Cortijo de la Fuentecica. Por la falda de este escarpe y partiendo del pantano de La Risca parte una carretera que va al cortijo antes comentado, posteriormente continúa como camino muy malo, hacia la cabecera del Barranco Hondares. Es un bonito itinerario para deleitarse con la geología.

Parada 12. 11 km. Exokarst de La Losa. Los paisajes, la frondosidad de la vegetación y el regalo que nos hace la Gea en las coordenadas 584,7-4227,6,  merecen el esfuerzo de las empinadas curvas de la pista. El camino nos sube hasta la parte alta de los escarpes de Somogil, aquí los estratos calizos ya  están horizontales, de ahí el nombre de La Losa, y además, diaclasados con direcciones de fracturación N15ºE. Tanto la litología, como la disposición horizontal de los estratos,  como su fracturación han favorecido la disolución de estas rocas. El resultado ha sido la formación durante miles de años, quizás cuando se formaron los suelos rojos, de acanaladuras en la superficie del estrato y simas de varios metros de profundidad de gran interés didáctico, e incluso científico, ya que estos relieves exokársticos son trampas para animales, y por tanto podrían contener fósiles de vertebrados del Cuaternario ya extinguidos.



SIERRA DE LOS ÁLAMOS PEÑÓN DEL TORMO

Más adelante, la pista forestal se bifurca,  hacia la izquierda se continúa  por otra pista que va por la ladera norte de la sierra del Frontón y que baja al camping de La Puerta. Esta pista también enlaza con un excelente trayecto, con hermosas vistas, por la cara norte del cabalgamiento de la sierra del Frontón y los Álamos, por margas cretácicas en la base y dolomías jurásicas en las cimas. Estas rocas calcáreas que han sido muy karstificadas, con espectaculares pináculos, como los de la ladera este del Frontón (P13), torcas o simas en las cimas, y dolinas como la del Poyato Hondo  (P14, coord.. 590.19-4.227,44), a las que se accede por un camino que hay frente a la Casa de la Muerta. Este recorrido permite tener unas panorámicas excelentes del pliegue de la sierra de La Muela, del barranco Hondares y del pliegue tumbado de la Melera-Barranco de Don Esteban (P15). Junto al camino brotan numerosas fuentes que incluso dan nombres toponímicos, como el Rincón del Agua. (P16, 592,37-4.227,04).  Desde este rincón se puede hacer un itinerario a pie por una senda que nos permite ver antiguos pozos de la nieve, un patrimonio  minero, la senda enlaza por un camino en cuyos bordes se pueden ver un gran difversidad de suelos, formados sobre margas, dolomías y piedemontes. Ambos caminos, finalizan en el mirador y lugar histórico más conocido de Moratalla el Santuario, centro de interpretación del Arte Rupestre y restaurante de la Casa de Cristo (P17). Hay que recordad que la naturaleza geológica de Moratalla donó a nuestros antepasados muchos lienzos pétreos para sus pinturas, hoy todos ellos Patrimonio de la Humanidad de UNESCO.

O bien, en la bifurcación, se puede continuar hacia la derecha y salir a la carretera que enlaza el Campo de Bejar con el de San Juan, MU-703. En dirección a este último se recomienda una parada en el Peñón del Tormo (P18, 583,06-4.227.08). Desde aquí las vistas de los parajes que se han visitado son impresionantes, y de La Risca, aún mejores. El lugar es de interés por las caprichosas y enormes  geoformas de disolución de las rocas dolomíticas jurásicas. Es un isleo tectónico. Por supuesto las vistas nos crearán el ansia de seguir visitando lugares de interés geológico, de los muchos que hay en el Campo de San Juan, el delta de las Cuevas de Zaén es el que más embelesa. Pero quizás para ello, conviene reposar delante de una buena cena y hoguera, ayudará a asimilar la sabiduría geológica adquirida, pernoctando a mil metros de altura en los muchos alojamientos del entorno. Si lo hacen, no olviden salir por la noche para ver el hermoso universo estrellado, si ven una estrella fugaz pidan un deseo por la conservación de estos paisajes geológicos.