De camino hacia la cabecera de la rambla de Perea, merece la pena hacer un alto en el camino, cerca del yacimiento arqueológico de los Villaricos, y acercarse a una atalaya natural acondicionada como mirador. Aquí se contemplará una panorámica de otra zona de interés geológico; el pueblo de Mula, con su castillo, y el pantano de la Cierva.

     Se observa un espectáculo paisajístico, donde se entrecruzan los cultivos del valle de Mula, el encajamiento del río Mula, la presa del pantano de la Cierva, y una alineación montañosa que sustenta el castillo. Estos montes están formados por rocas terciarias maláguides de las escamas tectónicas de Mula, destacando los resaltes que generan las calizas paleógenas, las cuales aparecen intercaladas entre otras litologías más erosionables (margas, areniscas, etc.). Este conjunto litológico esta afectado por fallas inversas paralelas a la dirección de los estratos, así como el núcleo de un anticlinal seccionado por fallas normales, sobre el que se sitúa el castillo de Mula.

     El mirador se ha realizado sobre un paquete, de varios metros de potencia, de calcarenitas bioclásticas marinas del Tortoniense superior, presentes en la rambla de Perea (unidad III). Aquí estas calcarenitas son ricas en fósiles característicos de mares cálidos, destacando por su abundancia y facilidad de identificación los géneros: Ostrea, Pecten, Chlamys, Amusium, Conus, Cerithium, Clypeaster y Balanus, así como serpúlidos, colonias de briozoos y numerosos rodolitos de algas calcáreas. Estos sedimentos originan una losa horizontal que descansa discordantemente sobre unas margas rojas y areniscas continentales del Oligoceno superior-Mioceno inferior, de la denominada formación del Río Pliego (Martín-Martín, 1996).

     Otras vistas panorámicas excelentes desde la Majada de las Vacas, ascendiendo por el camino denominado el Cordel de la Huerta. Hacia el oeste tenemos el pantano de la Cierva divagando sobre las rocas paleógenas. Al este, si nos acercamos a la caída del canal del Taibilla, se observará toda la cabecera meandriforme de la rambla de Perea.