Vibora hocicuda, adulto de Revolcadores.
Vibora hocicuda, adulto de Revolcadores.
Francisco Robledano Aymerich

     La Víbora Hocicuda es de tamaño pequeño, pues no suele alcanzar los 50 cm. El cuerpo es grueso, pero le permite movimientos muy rápidos. La cabeza, más grande que el cuerpo, tiene forma triangular. Destaca el hocico levantado y vuelto hacia atrás, debido al desarrollo de la escama rostral. La pupila, a diferencia del resto de los ofidios, es vertical, lo que da un aspecto intimidador.

     Las escamas que cubren su cuerpo son pequeñas y de tamaño parecido, estando las dorsales visiblemente carenadas y dispuestas en 21 filas. La coloración varía desde el gris al pardo-grisáceo, con una banda dorsal quebrada en zig-zag, o bien manchas romboidales, arrosariadas, negras o marrón muy oscuro, que producen un fuerte contraste. Lateralmente presenta una serie de manchas del mismo color. El viente es de color blanquecino.

Costumbres

     Indistintamente diurna o nocturna. Es el único ofidio potencialmente peligroso para el hombre, si bien su mordedura puede considerarse excepcional observando ciertas precauciones. En los meses de calor puede trepar a ramas de arbustos o acercarse al agua para mitigarlo, siendo entonces mayor el riesgo por contacto casual. Si no es molestada u hostigada, raramente ataca, desplazándose lentamente a un lugar protegido.

     Le gusta tomar el sol sobre las rocas o reposar bajo un arbusto. Durante los periodos más fríos suele aletargarse, para lo que a veces se agrupan en un mismo refugio varios ejemplares, aunque en la región se ha visto activa en los meses de diciembre y enero, con bajas temperaturas y elevada altitud.

     Se alimenta de animales de sangre caliente (roedores, aves...) a los que normalmente inocula su veneno y luego localiza siguiendo su rastro, por medios olfativos.

Hábitat y distribución

     Ha sido encontrada siempre en zonas boscosas y de matorral, en roquedos y canchales. A veces muy próxima al agua en las épocas de más calor. Se echa en falta una mayor presencia de la especie en otras zonas de Murcia, sin que se haya dado con las causas de esta ausencia. En la Región de Murcia se puede considerar abundante para el Noroeste, habiéndose encontrado en el litoral de Mazarrón.

     A escala mundial se encuentra tan sólo en la Península Ibérica y una franja septentrional, montañosa que va desde Marruecos a Túnez.

Protección y conservación

     La Víbora parece una especie escasa en toda la Península, que ha desaparecido de los lugares más antropizados, y cuya distribución, a parches, se interpreta como de poblaciones aisladas unas de otras, lo que no favorece a la especie.

Curiosidades

     Son vivíparas, es decir, las hembras paren a sus crías, los viboreznos, directamente, ya que los huevos eclosionan en su interior. Es una forma de protección mayor de sus crías.

Vicente Hernández Gil