Sapo Partero Bético
Sapo Partero Bético

Descripción

     El Sapo Partero Bético es un anfibio pequeño, descrito recientemente como especie propia de las sierras Béticas (del sur peninsular) a partir de los que hasta ahora habían sido considerados Sapos Parteros Comunes. Es muy parecido a éste exteriormente, y su aspecto es también rechoncho, con prácticamente todos los caracteres identificativos similares al Común, salvo por la ausencia de las manchas anaranjadas del tamaño de puntitos pequeños. Aunque desde un punto de vista genético parece estar más próximo al Sapillo Balear (Alytes muletensis).

     Al igual que el Común, los ojos son prominentes, y la pupila vertical, con el iris plateado o dorado. La piel tiene también aspecto granuloso, por estar salpicada de pequeñas verrugas. Las patas son cortas y fuertes, teniendo las posteriores una membrana interdigital reducida, y las anteriores tres tubérculos, a modo de callos. La coloración general es gris u olivácea con manchas verdes y negras, pequeñas.

Distribución y Hábitat

     El Sapo Partero Bético es un endemismo exclusivo de los sistemas montañosos del cuadrante sureste de la Península Ibérica, las llamadas sierras Béticas, lo que ha dado el nombre vulgar a esta especie. Se distribuye en núcleos fragmentados, que abarcan las provincias de Málaga, Granada, Almería, Jaén, Albacete y Murcia, destacando Sierra Nevada, Sierra de Baza, Sierra de los Filabres, Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, y Sierra de Alcaraz. En Murcia se distribuiría por las sierras del Noroeste: Revolcadores, Villafuerte, Mojantes, Cantalar, etc., habiéndose adscrito la población de Sierra Espuña también a esta especie, lo que, de confirmarse esto último, Alytes dickhilleni presentaría un marcado aislamiento en ésta.

Costumbres

     Es una especie principalmente terrestre y nocturna. El Sapo Partero pasa el día oculto, semienterrado, o en pequeñas cuevas que él mismo excava con sus patas anteriores. Al contrario que el resto de anfibios murcianos, la puesta tiene lugar en tierra. En ocasiones un mismo macho puede aparearse con más de una hembra, llegando a transportar hasta tres puestas. Una vez son depositados por la hembra, el macho los recoge entrelazándolos en sus patas posteriores y los fecunda. Después se separan y el macho queda al cuidado de los huevos, saliendo cada noche a remojarlos para impedir su desecación. Cuando el renacuajo está perfectamente formado, aprovecha uno de sus baños nocturnos para abandonar a su progenitor e iniciar su vida libre en el agua. Permanece desde cuatro meses a todo el año en el agua.

Protección y Conservación

     Todas las poblaciones de esta especie se consideran amenazadas. La distribución tan restringida de esta especie la hace más vulnerable que otras a las amenazas que les afectan. En particular, hay que señalar el elevado riesgo en que podría incurrir la subpoblación regional de Sierra Espuña. La fragmentación de sus poblaciones conlleva un alto riesgo de extinción de los núcleos más reducidos

     Con carácter general está afectando a la especie la desaparición de puntos de agua, así como los modos tradicionales de usos de la misma: fuentes, albercas, abrevaderos, tornajos, pequeñas balsas, etc. Además, a la pérdida de calidad de las aguas por contaminación, y la introducción de especies alóctonas (cangrejos, peces, etc.), se suma un desarrollo larvario prolongado en el tiempo, lo que exige puntos de agua estables también en el tiempo para finalizarlo. En las regiones limítrofes de Almería y Alicante se están llevando a cabo sencillas acciones que permiten augurar la conservación de éste y otros anfibios, mediante la restauración y acondicioamiento de fuentes, abrevaderos, balsas... y la creación de otras nuevas.

Curiosidades

     No es rara la aparición de individuos albinos entre los renacuajos de Sapo Partero Bético, llegando algunos a alcanzar la fase de adulto.