El Triásico (250 a 200 millones de años)

Hace unos 250 millones de años los terrenos que actualmente forman la Región de Murcia formaban parte del desierto que cubría parte del inmenso y único continente del planeta Tierra, el Pangea.

Con el transcurrir del tiempo el mar invadió estos terrenos, para después retirarse y convertirlos en grandes salinas costeras, cuya sal hoy día se extrae en el Diapiro de la Rosa de Jumilla y utilizamos como condimento.

El Jurásico (200 a 145 millones de años)

A la vez que el Pangea comenzó a dividirse en los continentes actuales, Murcia fue nuevamente inundada por el mar.  Volcanes submarinos, islas y zonas muy profundas era el paisaje de Murcia en  parte de este periodo geológico. Sus aguas estaban pobladas por multitud de organismos marinos, sobre todo ammonites y belemnites. Se generó así un asombroso patrimonio geológico murciano, sus yacimientos paleontológicos jurásicos.

Cretácico (145 a 65 millones de años)

La región estaba bajo un mar muy profundo salvo las tierras del norte donde los arrecifes aislaban zonas marinas someras, similares al Mar Menor actual. La superficie de Moratalla, Jumilla y Yecla estaba emergida u ocupada por deltas y lagunas de agua dulce o salada con bosques de coníferas donde habitaban grandes dinosaurios.

El ocaso de este periodo coincide con el impacto de un gran meteorito contra la Tierra hace 65 millones de años, que produjo un cambio climático global que dio lugar una de las mayores extinciones masivas en la historia geológica de nuestro planeta. El polvo generado por el impacto, rico en un elemento químico muy raro en el planeta, el iridio, se sedimentó sobre toda superficie terrestre. En la actualidad todavía se conserva en algunos lugares del mundo, como en  la famosa Capa negra de Caravaca, testigo murciano de una de los mayores cataclismos de la biodiversidad, un lugar de interés geológico de relevancia mundial.

Paleógeno (65 a 23 millones de años)

Destaca la época del Eoceno, la vida eclosiona de nuevo en las aguas cálidas y oxigenadas del borde poco profundo del antiguo Mediterráneo, del que formaba parte la región de Murcia. En él se amontonaban grandes espesores de caparazones de seres unicelulares como los numulites, que alcanzaron tamaños decimétricos.  Los restos de esta inmensa plataforma marina, hoy fragmentada por la Orogenia Alpina, pueden ser observados en numerosos enclaves geológicos de las Zonas Externas de la región; sierras de la Pila, del Águila, del Carche, los Álamos y la Muela en Moratalla.