Pecio en Isla Gomera[Cabo de Palos, santuario marino mundial]
Pecio en Isla Gomera
Javier G. Gallego

    Cabo de Palos ha sido un referente para la navegación desde la antigüedad. Sin embargo la peligrosidad de la costa con la presencia de los bajos y la importancia del puerto militar de Cartagena, que propició acciones bélicas en las proximidades, convirtieron esta zona en un cementerio de barcos hundidos.

    Los restos naufragados a lo largo de la historia se transformaron en arrecifes artificiales desde el momento de su hundimiento. Poco a poco las especies colonizadoras cubrieron el casco hasta hacer desaparecer su exterior bajo un  manto de algas y crustáceos. El interior con bodegas, escaleras y camarotes es un laberinto infranqueable donde peces tres colas, castañuelas, bogas y langostas hallan refugio seguro.

    En determinadas ocasiones se puede establecer la velocidad de crecimiento de algunos corales si conocemos el año de hundimiento del barco. Las gorgonias rojas y amarillas del Stanfield, hundido en la Primera Guerra Mundial, destacan especialmente. El impacto del torpedo alemán cruzó el barco de estribor a babor permitiendo una corriente a través del casco a cincuenta y cinco metros de profundidad. Esto favoreció el desarrollo de gorgonias que superan hoy en día el metro de altura. El hundimiento en 1917, nos permite estimar que dichos ejemplares crecen poco más de un centímetro al año.

    Dieciséis días después del naufragio del Sirio, una tormenta de Levante fragmentó el casco en dos grandes secciones y precipitó su caída hacia ambos lados del bajo. La proa en la cara sur está expuesta a las corrientes de poniente y cubierta en su exterior por ramas dispersas de gorgonia roja. La popa y las calderas, a similar profundidad, se encuentran en la cara norte con una cobertura mucho mayor de la misma especie.

    La Isla Gomera, conocido popularmente como Naranjito, se hundió frente al puerto de Cabo de Palos en medio de un temporal por un desplazamiento de la carga. En verano este carguero hundido a 40 metros de profundidad se convierte en una estación de limpieza para los peces luna, que se sitúan cerca de la cubierta para atraer a los lábridos encargados de desparasitarles.

    Debemos recordar que una parte de nuestra historia permanece bajo el agua y además de estos barcos hundidos se han encontrado importantes  yacimientos arqueológicos en la zona. El Polígono Submarino de Cabo de Palos, comprende el área desde El Mojón en San Pedro del Pinatar, la isla Grosa y las Islas Hormigas, hasta Cabo de Palos.

    En los trabajos de prospección dirigidos por el doctor Julio Más, fundador del Centro Nacional de Investigaciones Arqueológicas Submarinas, se localizaron más de veinte pecios y fondeaderos del máximo interés para la documentación del tráfico marítimo antiguo, pues también encallaron naves de tiempos pasados con escollos, rocas y bajos sumergidos.

    Entre los elementos encontrados destaca el cargamento de marfil del Bajo de la Campana, próximo a la Grosa, con inscripciones fenicio-púnicas de fines del siglo V a principios del siglo IV a.C., que se puede ver en el Museo Nacional de Arqueología Marítima en Cartagena.

    De regreso al mar, es fácil imaginar la experiencia al descender por un cabo hacia el azul durante una inmersión en un barco hundido, pues buceamos adentrándonos en  la historia transportados por ese testigo mudo de otra época que  refleja al mismo tiempo la riqueza natural de Cabo de Palos.