Cabo de Palos, santuario marino mundial

    A principios del verano y del otoño aparecen dos grandes picos de producción planctónica a los que se asocia la reproducción de las poblaciones residentes y la llegada de animales de aguas libres llamados pelágicos, como los grandes bancos de boquerón y boga.  De este modo se inicia toda la pirámide alimenticia que atrae también algunas especies de mamíferos marinos y tortugas. Entre los primeros encontramos el cachalote, delfín mular, delfín listado, delfín común, calderón común y calderón gris. La mayoría llegan a la zona entre mayo y junio y desaparecerán a lo largo del mes de agosto.

    Un visitante excepcional de nuestras aguas es la ballena común, cuya ruta migratoria incluye el paso de Cabo de Palos y la costa suroeste murciana.

    Entre junio y julio se pueden avistar ejemplares surcando las aguas de la reserva marina que superan los 15 metros de envergadura, aunque esta especie alcanza 22 metros de longitud, siendo la segunda ballena más grande del mundo.

    Frente al cabo la profundidad es bastante notable, lo que permite a estos animales aproximarse mucho a la costa en sus desplazamientos y ser avistadas ocasionalmente desde el propio faro, una visión inesperada para los paseantes afortunados que observan incrédulos el chorro de una ballena desde tierra. Procedentes del Atlántico, estos grandes animales se dirigen al Mar de Liguria, situado entre Francia, Italia y Mónaco.

    La importancia de la costa murciana en la conservación de las poblaciones del Mediterráneo queda de manifiesto en estudios recientes, por ello, en el marco de la Red Natura 2000 de la Unión Europea, se desarrolla el proyecto LIFE Conservación de cetáceos y tortugas en Murcia y Andalucía con el objeto de crear un Santuario Marino Mundial en esta gran área marina.