Luis León durante la disputa de una contrarreloj
Luis León durante la disputa de una contrarreloj

    Decir que Luis León Sánchez aprendió a montar en bici antes que a andar sería exagerar un poco, pero lo cierto es que este ciclista, nacido en Mula el 24 de noviembre de 1983, no tiene ni un recuerdo de su infancia en el que no aparezca una bicicleta como compañera de juego. “Empecé a montar en bici con cinco años, era tan pequeño que apenas tengo recuerdos de aquella época y todos los que tengo son montado en una bici”, explica. Y no exagera, Luis es una persona atípica, y por no recordar no recuerda ni cuál fue la primera carrera que disputó ni donde consiguió levantar los brazos por primera vez. La bici y la victoria siempre han formado parte de su vida y el hecho de ganar más de 30 carreras en una sola temporada no fue algo excepcional para él, sino una simple confirmación de que había elegido el deporte adecuado y de que el ciclismo sería su profesión.

Unos inicios atípicos

    Tampoco su entrada en el mundo de la bicicleta es como la de los demás. Él no empezó con los chavales de su clase al salir del colegio, ni fue Miguel Induráin el referente en el que se fijó para seguir sus pasos. “Mi padre era guardia civil en el País Vasco y tuvo un atentado que le afectó sobre todo a la rodilla, los médicos incluso llegaron a decir que se podía quedar cojo y le recomendaron que hiciese la rehabilitación con la bici, así que para no salir solo nos compró una bici a mi hermano León y a mi y fue ahí, con cinco años, cuando empecé con la bicicleta”, recuerda.

    A partir de ese momento su vida y la bicicleta siempre han sido una misma cosa y con sólo cinco años pasó a formar parte de la peña ciclista de Mula y junto con su padre y su hermano León, componía el pequeño pelotón de los León.

    Pero también le gustaba el fútbol y se dejaba ver por las escuelas deportivas del pueblo. La natación era por entonces el tercer deporte en discordia pero siempre relacionado con el ciclismo. “He estado haciendo natación, pero siempre en invierno. También tenis, sobre todo para no coger mucho peso cuando estás fuera de la competición. Además he jugado al fútbol, pero no me he tomado ningún deporte tan en serio como el ciclismo”, comenta.

    Tras esta primera toma de contacto con el ciclismo Luis León pasó a formar parte de las filas del equipo del pueblo, el Colchón Comodón, y en él se formaría como ciclista durante sus etapas en cadetes y juveniles.

    De estos primeros años tiene anécdotas para todos los gustos. Así recuerda con cariño cómo consiguió ser Campeón Regional a pesar de ser un año menor que todos sus rivales. Pero también tiene malos recuerdos, como aquel Campeonato de España de cadetes. "Faltaba un kilómetro, estaba disputándolo y yo iba un poco adelantado. Justo cuando faltaban 800 metros se cruzó un hombre mayor y no lo pude esquivar. El cayó al suelo y se lo tuvo que llevar la ambulancia y yo me saqué el hombro", recuerda.

Luis León y el ciclismo profesional

    Así fueron pasando los años hasta que a los 18 años llegó el momento clave. Decidió cambiar los libros y el fútbol por la bicicleta para enfocar su futuro hacia el ciclismo profesional. “No iba demasiado bien en clase y le dije a mis padres que lo dejaba. Una vez que se les pasó el cabreo las cosas fueron mucho mejor", afirma. Pero fue en 2004 cuando Luis León Sánchez pasó al ciclismo profesional con 20 años recién cumplidos. En el año de su debut consiguió ser el mejor neoprofesional español con sus triunfos de etapa en la Vuelta a Asturias y Clásica de Alcobendas y al año siguiente en 2005, estrenó su palmarés internacional ganando la primera carrera de la temporada en Australia en el Tour Down Under.

    Ese mismo año también consiguió ganar la tercera etapa de la Clásica de Alcobendas, y tras cruzar la línea de meta un periodista le preguntó que a quién había dedicado la victoria  a lo que Luis León respondió que siempre dedica los triunfos a la gente que tiene más cerca.