Los expertos coinciden casi unánimemente en la necesidad para todas las economías del mundo de desarrollar nuevos modelos sostenibles medioambientalmente, en los que primen la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i) como motores de la competitividad de las empresas y la creación de empleo.

    La economía de la Región no escapa a la necesidad de asumir estas orientaciones, máxime si se consideran sus potencialidades, por ejemplo, a la hora de generar energías renovables.

    Dentro de este contexto, en la economía murciana hay toda una serie de sectores que podrían calificarse de emergentes: la acuicultura e industria de la transformación, biomedicina, nuevas tecnologías y tecnologías de la seguridad, actividades medioambientales, bionergía, biotecnología o la industria de las energías renovables.

    Los principales problemas a los que se enfrenta el incipiente sector radican en la dificultad de obviar las sinergias del pasado, traducidas en culturas empresariales y orientaciones de política económica que buscan resultados a corto plazo.

    La necesidad de hacer frente a esta realidad ha impulsado a las distintas administraciones, desde la Unión Europea hasta el Gobierno Regional, a fomentar diferentes iniciativas, planes y medidas. Así, el VII Programa Marco (2007-2013) de la Unión Europea, pretende potenciar con I+D+i sectores como el de los alimentos, agricultura, biotecnología, tecnologías de la información y la comunicación, nanociencias, nanotecnologías, materiales y nuevas tecnologías de producción, energía, medio ambiente, transporte (incluida la aeronáutica), ciencias socioeconómicas y humanidades o la seguridad y el espacio, entre otros.

    En el ámbito regional, el Plan Estratégico de Desarrollo de la Región de Murcia 2007-2013 prevé una atención preferente a la sociedad del conocimiento, la sostenibilidad territorial y ambiental, así como un decidido impulso a la I+D+i. Para ello habrá que remontar indicadores negativos como los de producción científica, dependiente en exclusiva de organismos públicos como las universidades, que aportan un total del 67% del porcentaje total de actividad investigadora, seguida de hospitales con el 21% y organismos públicos como el CEBAS y el IMIDA con un 10%.

    Como elemento positivo, cabe mencionar a los distintos centros tecnológicos de especialización sectorial existentes en la Región, que están aportando notables innovaciones tecnológicas generadoras de un alto valor añadido para los productos de las industrias que cuentan con este tipo de centros.

Biotecnología

    La biotecnología es una tecnología basada en la biología, con aplicaciones en sectores como la agricultura, la industria farmacéutica, la industria agroalimentaria o la de las energías renovables.

    Todos los sectores sobre los que influye la biotecnología tienen un carácter estratégico para la Región de Murcia, aspecto que se puso de manifiesto en la "Jornada  Biotecnología: Innovación para la industria", celebrada en enero de 2009 y en la que se incidió en las potencialidades de las aplicaciones biotecnológicas para el sector agroalimentario.

    Esta rama científica permite el desarrollo de nuevos productos más saludables, la mejora de procesos para hacerlos más rentables o menos contaminantes, el aprovechamiento de subproductos agroalimentarios para la obtención de productos de valor añadido o la incorporación de envases no contaminantes que no degraden el medio natural.

    Con la finalidad de propiciar la aplicación de los avances de la biotecnología, hace unos años se puso en marcha dentro del Plan de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia el proyecto Biocarm, que supuso un auténtico programa sectorial para el aprovechamiento de las virtualidades que atesora esta área, buscándose un círculo virtuoso entre investigación científica y desarrollo económico (con la consiguiente generación de empleo).

    Como ejemplo de simbiosis perfecta entre investigación y empresa, existen referentes en la Región como el de Imbionova Biotech, que supone una apuesta empresarial en la que se persiguen proyectos científicos tan ambiciosos como la réplica matemática de células.

Energía solar y biocombustible

     La necesidad de utilizar energías limpias, baratas y renovables es una de las indicaciones más importantes del panel de expertos de Naciones Unidas para hacer frente al cambio climático, cimentando el progreso sobre modelos económicos que garanticen un crecimiento sostenido y sostenible.

    Las características meteorológicas de la Región, con una ingente cantidad de días de sol al año, inducen posibilidades exponenciales de crecimiento para industrias cimentadas en la energía solar. Estas potencialidades operan además en un marco general en el que España, junto a Japón y Alemania, es uno de los referentes mundiales en el sector de las energías renovables.

    El sector tiene grandes perspectivas en la Región, existiendo proyecciones que establecen que en 2050 la energía solar producida por sistemas solares fotovoltaicos puede ser 10 veces superior a las necesidades de consumo eléctrico.

    Para que se vean cumplidas las expectativas que augura el uso de energía solar, se vienen acometiendo distintas iniciativas a múltiples niveles para derribar trabas administrativas, legislar marcos normativos  favorables, introducir sistemas de financiación ágiles, potenciar la  industria básica con incorporación de sistemas de I+D+i, y favorecer la coordinación entre las distintas administraciones e instituciones existentes.

    Como resultado de estos esfuerzos existen indicadores como el que cifra el aumento de energía solar en 2008 en un exorbitante 900%, altos guarismos cimentados en la proliferación de huertos solares por iniciativas empresariales como la de Soltec, una empresa murciana  que cuenta con sucursales en China e Italia.

    El incipiente sector cuenta con una patronal como la Asociación Empresarial de Energías Renovables de la Región (AREMUR), además de una Agencia Regional (ARGEM) que se encarga de impulsar el conjunto de las energías renovables.

    El uso de biocombustibles se incardina en los mismos planteamientos de prosecución de un crecimiento sostenido y sostenible. Su utilización es creciente, con resultados muy prometedores atendiendo a experiencias de países como Brasil.

    Entre otras virtudes, el recurso a los biocombustibles promueve la existencia de vasos comunicantes entre diversos sectores como la agricultura, transporte e industria, interconectados con la utilización de esta fuente de energía barata, limpia y segura.

    En la Región de Murcia, organismos como el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) investigan cultivos energéticos, al tiempo que existen empresas pioneras en la Región dedicadas a la producción de biodiesel como Saras Energía, en el valle de Escombreras en Cartagena.

    Desde la administración autonómica se han impulsado proyectos como Bio-NET, cuya finalidad es propulsar la oferta y demanda de biocarburantes, generando una cohesionada estructura de mercado, en la que suministradores y usuarios quedan imbricados a través de redes de trabajo regionales.

    Un componente importante del proyecto es la designación de los servicios públicos como pioneros en el uso de biocombustibles. Así, dentro de este contexto se han impulsado actuaciones como la de enero de 2008 en la que se estableció el uso de bio-diesel por parte de los autobuses públicos de la ciudad de Murcia.