Óleo sobre lienzo. Tamaño grande al estar colocado sobre la pechina de la cúpula que cubre la zona del crucero.

Se trata de la representación Santa Catalina de Alejandría, con una clara alusión a su martirio.

Cuenta la leyenda que cuando Catalina se negó a casarse con el emperador Majencio, este envió a sabios y filósofos para que la disuadieran de su negativa. Sin embargo, los efectos no fueron los buscados, ya que Catalina defendió tan bien su fe, que aquellos hombres que la habían querido persuadir para que abandonara la fe cristiana, fueron quienes tras escucharla se convirtieron al cristianismo. Este suceso desató la cólera del emperador, siendo condenada a prisión y a no recibir alimentos. Durante doce días una paloma fue quien de modo milagroso la alimentó.

La escena que aquí se representa sin duda se refiere a este relato, ya que Santa Catalina está en un espacio arquitectónico cerrado, tan sólo con una ventana en la que al fondo se ve venir una paloma.

Como atributos propios de Santa Catalina de Alejandría encontramos la rueda dentada y la espada.

Bajo el tondo en el que se encuentra la pintura, una leyenda nos indica que fue mandada hacer por devoción de Catalina Cayuela Vidal.

Nombre: Santa Catalina.

Objeto: Pintura.

Autor: Atribuida a Silvestre Martínez Teruel.

Fecha: Siglo XVIII.

Ubicación: Ermita de San Roque Totana.