Tumba de D. Rogelio Inchaurrandieta Páez
Tumba de D. Rogelio Inchaurrandieta Páez

     Don José Agapito de Inchaurrandieta y Gandiaga, natural de Ranero (Valle de Carranza, Vizcaya) se trasladó a Granada para ocupar su puesto de interventor de Correos. En esta ciudad conoció a su mujer, Josefa Páez y López, naciendo allí sus cuatro hijos, entre los que se encontraba D. Rogelio, nacido en Granada el 16 de septiembre de 1836. Años después D. José Agapito fue trasladado en su cargo a Lorca, ciudad en la que vivieron en la calle Colmenarico.

     En 1854, D. Rogelio ingresó en la escuela de Caminos y en julio de 1857 fue destinado, junto con otros compañeros a realizar prácticas en el Canal de Isabel II, donde se les encargó un estudio sobre los sifones de la conducción. En noviembre de ese mismo año obtuvo el nombramiento de aspirante segundo. A finales de mayo de 1859 terminó los estudios y fue destinado, en prácticas, a la provincia de Murcia y en noviembre de ese mismo año lo nombraron ingeniero segundo. En estos años tuvo a su cargo la carretera de primer orden de Albacete a Cartagena.

     En junio de 1862, fue nombrado profesor ayudante de la escuela de Caminos pero, a petición del jefe de Obras Públicas de Murcia, se retrasó su nombramiento a julio para que pudiera terminar las muchas obras que tenía en marcha. Tres días más tarde solicitó licencia para contraer matrimonio con María Concepción Méndez Santo Domingo, natural de Cartagena.

Descubrimientos

     En 1865 en Totana, descubrió gracias a un campesino un importante yacimiento de la Edad de Bronce en el Cerro de la Bastida.

     Con motivo de la explanación del Cerro de la Plata en Madrid, en 1868, descubrió el Mastodonte del Mioceno y por orden ministerial se trasladó al Museo de Ciencias Naturales de Madrid.

     En 1869, Inchaurrandieta como miembro del comité de redacción de la Revista de Obras Públicas publicó un libro titulado Las aplicaciones de la Geología a la práctica del Ingeniero de Caminos, la primera obra que se conoce como Geología del Ingeniero.

Construcción de líneas de ferrocarril

     Importantes fueron también sus trabajos desarrollados para el Plan General de Ferrocarriles durante los años 1869 a 1871 junto con las inspecciones de las obras del encauzamiento del Guadalquivir, las del depósito y la distribución de aguas a la ciudad de Jerez y como trabajo más considerable, a finales de 1871, fue el proyecto de Reconstrucción de la Presa de Puentes en Lorca, construida años más tarde por Francisco Prieto Caules.

     Desde 1878, continuó trabajando en la construcción de las líneas de ferrocarril Madrid-Malapartida dentro del tramo Madrid-Lisboa, León-Gijón y a partir de julio de 1885, se hizo cargo del estudio de los Ferrocarriles Pirenaicos; desde 1889 se dedicó a la supervisión de la construcción del Ferrocarril de Almería.

     En mayo de 1898, fue nombrado director de la escuela de Caminos, destacando como principales hitos de esa labor la creación del Laboratorio Central de Materiales de Construcción, la reforma y simplificación de los programas de ingreso en la escuela y la reinstauración de los viajes de prácticas de los alumnos.

     En agosto de 1889 se le otorgó la Gran Cruz de Isabel la Católica.

Últimos años

     En agosto de 1905, próximo a cumplir los 69 años, se dispuso que no se jubilara por las obras que tenía en marcha. En noviembre de 1908, estando prácticamente terminadas las obras, fue llamado a Madrid para preparar la visita del ministro y quizás como consecuencia de esa visita, Sánchez Guerra decretó su jubilación en febrero de 1909. El 23 de ese mismo mes hizo entrega de la Dirección, tras un recorrido del canal junto con el inspector y el ingeniero encargados.

     Los últimos años de su vida, enfermo de arteriosclerosis, los pasó en Totana en el huerto de la familia Inchaurrandieta, donde falleció en 1915.